Oscuridad Dolorosa ||Diabolik Lovers|| Yaoi

04

Omnisciente

Instantáneamente Loki se reincorporó para mirar al albino, claramente no sabía que él estaría ahí, joder.

-Que quede claro que no sabía que había alguien aquí. -aclaró poniéndose de pie para limpiarse las lágrimas con la manga de su camiseta.

El contrario chasqueó su lengua para mirar enojado al contrario. -No me importa. -restó importancia lo que sucedió hace unos momentos. -Si no te habías dado cuenta, tus manos están hechas mierda. -rodó los ojos, sus puños se encontraban bañados en su propia sangre, extrañamente no olía a absolutamente nada, el albino se acercó al pelinegro para tomar su mano y lamer la sangre, nada que ver con el olor neutro, la sangre era un manjar para el paladar, no había ni un poco de sabor dulzón, simplemente el sabor era exquisito y adictivo.

-Estás enfermo. -le insultó serio para intentar apartar su mano, más este lo jaló hacia su cuerpo, terminó de lamer la herida de su mano para clavar sus colmillos en la curvatura de su mano y su muñeca. -¡Joder! ¿¡Qué mierda haces, caníbal de mierda!? -le insultó, el contrario reaccionó y terminó por cubrir con su saliva la herida recién hecha. -Lo sabía, no son humanos, son caníbales.

Ante la reacción del chico y su hipótesis sonrió divertido para acercarse a la cara del chico. -Claro, y te voy a comer. -bromeó con una sonrisa, ¿dónde había quedado el tsundere? -Tsk, n-no, somos vampiros. -se sonrojó abruptamente ante lo que acababa de decir.

-Mierda, ahora tengo dos agujeros en mi muñeca. -suspiró retomando su seriedad.

-¿Qué te pasa? -le preguntó, teniendo como respuesta una cara interrogante del chico. -N-No me digas, no m-me importa. -retomó su comportamiento tsundere para desviar la mirada.

-Verás, sin ofender pero es raro contarle mi vida a un desconocido. -dijo regañándose a sí mismo, -Pero, aunque no quiera, necesito decírselo a alguien. -miró al de ojos rojos esperando que éste se negara, mas lo miraba atento esperando que prosiguiera. -Desde que tengo memoria he estado en el orfanato, mis padres ahí me dejaron luego de saber el porqué de mis desveladas enfermo, un simple estorbo a su próspera y larga vida. Todo el tiempo que he estado ahí me han llevando a diferentes familias, negándome por mi enfermedad. De todos los niños que estaban allí, fui el único que quedó y creció en ese lugar. Mi destino era ese, hasta que ustedes, fusionados claro, llegaron, me adoptaron, mataron a la persona que quería como una madre, me trajeron aquí, casi soy torturado por un desquiciado luego de haber tratado como merecía a un pelirrojo, y me acaba de morder un albino para tomar mi sangre luego de hacerme pasar vergüenza al ser visto haciendo mi escena, realmente mi vida apesta. -terminó para tomar aire. -Qué random todo, la verdad. -pensó en voz alta.

El albino intentó permanecer serio, pero mirar al contrario nervioso y hablando rápidamente le dio risa, mas sentía las ganas de saber el qué le sucedía. -¿Qué tienes? -el menor rodó los ojos.

-Te acabo de contar la historia de mi vida, y me ignoraste. -habló bajo para mirarlo serio y cruzarse de brazos.

-No, ah. -suspiró para desviar la mirada irritado. -Me refiero a qué enfermedad tienes. -cuestionó para mirarlo.

Loki asintió mostrando que había entendido para hablar. -Suena bastante extraña, pero se trata de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica. -Subaru asintió para dirigirse a su ataúd, mas el chico lo detuvo. -Ya que tú y tus ruidosos hermanos no me dejaron descansar, tomaré tu cama unas horas. -hizo justicia para entrar en la caja y acomodarse. -Creo que algún día tendré que considerar para ahorrar y comprar uno, no es posible que un muerto descanse en una cama más cómoda que la mía. -habló para sí mismo, el albino rodó los ojos divertido para permanecer en silencio y recostarse en el sillón.

-Sólo lo dejaré pasar esta vez, la próxima vez te voy a sacar de mi cuarto aunque tenga que romper un muro. -sentenció sonrojado para cerrar los ojos, sólo obtuvo una afirmativa por parte del chico.

Todo quedó en un silencio absoluto, hasta que se empezó a escuchar de manera clara un silbido. -Sabes, no creo que sea un buen momento para tu estúpido solo de flauta. -habló enojado el de ojos rojos.

-Cállate, son mis pulmones. -le regañó Loki.

-Tsk. Son molestos, no me dejan dormir. -se quejó tomando el cojín del sillón para taparse los oídos.

-Discúlpeme, señor inmortal. Como usted nunca se enferma, pero un día se va a enfermar y se va a acordar de mí. -sentenció para cerrar el ataúd y dormir.

Subaru quitó el cojín de su cara y sonrió, rayos, no sabía que tenía, pero ese chico era lindo. Loki lo estaba cautivando con sí mismo, justo lo que quería conseguir esa persona.