Sobre cosas dulces, sorpresas y un alguien misterioso.

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La cafetería estaba llena a esas horas, obviamente al ser el primer receso y donde gran parte del alumnado tenía un hambre voraz.

Había una extensa fila para comprar comida. Sin embargo, WonHo no se preocupaba por ello. Sus amigos y el comían a gusto ya en una de las tantas mesas. La señora Shin había mandado con su hijo unas deliciosas galletas de canela que había hecho.

Estaban charlando amenamente entre una que otra risa, hasta que los ojos del alfa rubio se posaron sin dudar en una persona en especial. Abriéndose paso en la multitud, unos cabellos azabaches se dejaban ver, llevando entre sus manos una bolsa. No era de extrañarse que un suave murmullo se originara tras los pasos del alto omega.

Sin embargo, WonHo los ignoró, demasiado pendiente del chico y lo que llevaba. A través de la bolsa pudo ver que llevaba un paquete de galletas, un panecillo y un pastelito.

-Hyung, ¿Me estás escuchando?- El menor frunció el ceño al ver al más alto con la vista fija en otra parte y completamente ajeno a la conversación que mantenían. ChangKyun incluso agitó su mano en frente de su rostro para llamar su atención.

Fue ahí que se dio cuenta de que el mayor seguía el rastro de su enamorado por toda la cafetería hasta que desapareció por la salida.

- Déjalo, ChangKyunnie. Ya sabes como se pone.- El moreno susurró con diversión al ver a su amigo tan embelesado. El pequeño en cambio, bufó, molesto por ser ignorado.

La verdad es que la cabeza de WonHo estaba en otro lado, específicamente en HyungWon. Hace unas semanas ya que llevaba observando con detalle lo que comía en los recesos y en algunas clases. Sus ojos curiosos vieron todo tipo de alimentos dulces, especialmente pasteles y galletas. Siempre lo veía comiendo una que otra golosina. Incluso su abuela pasaba por la tienda para comprar postres muy a menudo diciendo que eran para su nieto.

Aquello rondaba por su cabeza, demasiado curioso por su afán por las cosas dulces.

-Mamá, ¿Tu comías muchas cosas dulces cuando estaba en tu vientre?- Murmuró en medio de la cocina de la nada, sorprendiendo a su madre por la repentina pregunta.

-No mucho, tuve más antojos por comer cosas frescas, como frutas.- Contestó con simpleza, recordando cuando pasaba comiendo frutas debido a los antojos del embarazo. Su alfa le llenaba el refrigerador con frutas frescas y deliciosas, sobre todo de mandarinas.

-¿Los antojos son diferentes para cada persona?

-Si, cariño. Algunos llegan a tener antojos de cosas muy variadas y raras. ¿Por qué tanta pregunta sobre ello?

- Curiosidad solamente. Conozco a alguien que está teniendo antojos de cosas dulces.- Se encogió de hombros, volviendo a prestar atención a su cuaderno.

- Hijo, no habrás embarazado a alguien, ¿cierto?- La señora Shin entrecerró sus ojos, bromeando. Si embargo, al tener harina en su rostro no llegaba a intimidar mucho a su hijo.

-Claro que no, eso sería una locura. No soy esa clase de chico, mamá, se cuidarme.- Habló casi con indignación. Claramente el no se asemejaba con esos adolescentes irresponsables. Sabía muy bien de alguien que había huido de su responsabilidad y ni si quiera era un adolescente.- Solo quiero hacer sentir mejor a alguien.

-Esta bien, hijo. Confío plenamente en ti, solo estaba bromeando. ¿Y quien es esa persona que te tiene tan preocupado? ¿Lo conozco?

-No te lo diré. Pero ¿Puedo sacar un trozo de pastel de la tienda mañana?- Cuestionó con una adorable sonrisa en sus labios hacia su progenitora.

-Claro, cariño. Espero le guste a esa persona tan misteriosa.

-Espero lo mismo la verdad.

La omega detuvo lo que hacía para tratar de descifrar ese peculiar brillo en los ojos de su hijo. Conocía muy bien al muchacho para saber que algo tenía rondando por la cabeza, algo que lo tenía realmente en una especie de ensoñación.

A cute pregnant boy. × HyungWonHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora