雷声 ;; jwy & cs

「 TRUENO 」

Un trueno hizo que San de un pequeño saltito en su cama. El miedo se reflejaba en sus manos, las cuales temblaban mientras tomaban con fuerza las sábanas y cubrian su cuerpo con la fina tela.

La vibración de su celular avisando la llegada de un mensaje lo asustó. Sacó una de sus manos de debajo de la tela y lo tomó encendiéndolo en el camino. Una sonrisa se formó en su rostro al verlo; era un mensaje de wooyoung.

«¿Estás despierto?»

El mensaje era simple, pero aún así logró sacarle una sonrisa. Tecleo rápido un corto «Si, ¿pasó algo?» y dejó el celular a su lado mientras volvía a hacerse un ovillo entre sus sábanas ya que los truenos no habían parado aún.
Su celular vibró haciendo que sonría nuevamente.

«¿Puedo ir a tu habitación? Me aburro en la mía»

Mentira.

Wooyoung sabía sobre el gran miedo de San hacia los truenos, entonces cada vez que una tormenta fuerte se presentaba, él inventaba una excusa para ir con su amigo.

«Claro, no hay problema»

Los mensajes de San parecían calmados, pero en realidad él estaba peinando desesperado su cabello con ayuda de sus dedos.
Su miedo se había esfumado y ahora tenía una mezcla de ansias y... algo parecido a nauseas.

Unos suaves toques en la puerta lograron que San fijara su atención en ésta, la cual fue abierta a los segundos mostrando la delicada figura de Wooyoung.
Una sonrisa sin mostrar los dientes se formó en los labios de San mientras se movía un poco en su cama haciendo espacio para su amigo. Wooyoung se acostó a su lado con tranquilidad ya que eso era común en ellos y miró a los ojos de San, los cuales lo miraban fijamente admirando cada centímetro de su rostro.

Wooyoung subió su mano hacia la cabeza del mayor y acarició su cabello, logrando que éste cierre sus ojitos disfrutando del suave tacto; amaba cuando Woo hacía eso.

— ¿Te sientes bien? — Preguntó wooyoung en voz baja al sentir como su amigo temblaba.

Él suponía que era debido a los fuertes truenos que no dejaban de escucharse, pero en realidad San temblaba debido al nerviosismo que le generaba tener al pelipurpura (si, se había teñido el cabello otra vez) tan cerca.

— S-si — Mordió su lengua, odiaba que esta comenzara a trabarse cuando estaba con wooyoung.
El menor soltó una risita ante la respuesta de San, logrando que el corazón de éste se derritiera.

Estaba tan enamorado...

Las suaves caricias siguieron mientras los dos intercambian algunas palabras, pero al parecer la tormenta no estaba de lado de San, ya que luego de unos minutos las gotas de agua dejaron de escucharse.

Los ojitos del pelinegro se abrieron lentamente cuando ya no sintió la mano acariciar su cabello y rostro, y posó su mirada en el menor quien sonrió leve.

— Parece que ya paró. — soltó nuevamente en voz baja con un tono tranquilo y algo triste, un ruidito salió de la boca de San en forma de asentimiento y su cara mostró tristeza cuando wooyoung se levantó lentamente.

Él no quería irse y San no quería que se vaya.

La mano de San sorprendió a Wooyoung cuando ésta sujetó la suya, volteó a verlo y un «Quédate» en una voz muy baja bastó para que el pelipurpura volviese a su posición original.

Una risita escapó de los labios de Wooyoung cuando volvió a posar su mano sobre el suave cabello del otro, pero ese tierno tacto se cortó cuando sintió unos brazos aferrarse a él.