D O S

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Bien, este es el momento.

Debo admitir que tengo demasiado miedo de como vayan a resultar las cosas desde este momento.

Charles me lanza una mirada mientras me despido de mamá y luego subo mis pertenencias al auto negro con ayuda de un guardia de mamá. Ella me da un beso y me desea suerte. Logro sentir el pavor en cada poro de su ser, aun así no me detiene y mantiene totalmente la confianza en mi.

Se que esta asustada, tal vez mas de lo que lo estoy yo, pero se que en parte la anima que Trevor ya no vaya a estar solo con la "arpía" (como ella decidió llamarla), de la novia de mi papá.

Subo al auto y mamá se despide de la mano de nosotros.

-All, ¿en que mierda te metiste? -inicia la conversación Charles mientras nos alejamos de mi casa.

-Es confidencial -suelto una risa bastante falsa a mi parecer.

Niega con la cabeza frustrado.

-Mis padres no me han querido decir nada -cuando llegamos a un semáforo Charles se quita las gafas negras y deja sus oscuros ojos a la vista.

-Porque es confidencial -vuelvo a levantar los hombros.

Charles Ringwald.

Lo conozco desde pequeña, su padre es un gran empresario muy poderoso y amigo de mi madre desde que estaban en el instituto. Charles y yo hemos sido amigos desde niños, hasta que llegamos al ultimo año de preparatoria y se descontrolo. Sus padres le dieron un millón de oportunidades hasta que al final se cansaron y le negaron el dinero de la familia, no tenia un centavo ni estudios , y todos los amigos que había hecho se esfumaron.

Finalmente consiguió un trabajo como guardaespaldas, y luego logro entrar a una agencia de algo de lo que no estoy enterada. Pero en este momento esta haciendo de guardaespaldas para nosotras.

-Vamos All, nos contábamos todo.

-Antes de que me dejaras por tus nuevos amigos -levanto los hombros para restarle importancia-. Ya el tiempo paso.

-¿Es que no confías en mi?

Niego.

-No.

Es necesario para mi cortar la conversación, porque Charles tiene razón en que nos contábamos todo, y con la mierda que esta pasando me da miedo ablandarme y comenzar a contarle para apaciguar mis miedos.

Nadie fuera de el plan puede saber nada.

El resto del camino se me hace demasiado corto, supongo que por el hecho de que de verdad no quiero llegar. Estar de nuevo en Swirldale va a traer muchos recuerdos, y no todos van a ser buenos.

En menos de nada estamos frente a la moderna casa de mi padre recién construida especialmente para su nueva familia. No me gusta el pequeño detalle de que se encuentra de forma alarmante lejos del pueblo e incluso lejos de la casa de mis primos.

La reja para ingresar a la propiedad se abre y luego son tres minutos para llegar a la entrada de la casa.

Me pasa un escalofrió al bajarme del auto y decido atribuírselo al clima, claro que en el fondo se que no es así. 

Bajamos entre los dos las maletas y juntos nos paramos frente a la imponente puerta de madera.

-¿Por qué tanto suspenso Howland?

-No es de tu incumbencia Ringwald.

Y finalmente toco.

Son solo tres simples toques frente a la puerta, pero se siente como mucho mas, y en realidad si es mucho mas.

Fuera de Swirldale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora