D I E C I S É I S

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"El tiempo ayuda a descubrir todo: Desde las mentiras mas ocultas, las razones mas ciertas y las personas mas falsas."

Anónimo.

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En el caso de que Bruce haya dejado entrar a los asesinos y que este del lado de mis enemigos, es mejor que no se entere que estoy dudando de el, solo para mantenerlo vigilado.

—Tengo que hablar con Mirana, esperen aquí —voy hasta mi armario para colocarme unos pantalones mas calentitos y unos tenis. Guardo mi arma solo por si las moscas con esa mujer no se sabe y en el caso de que Bruce sea el malo me vendría bien. Salgo nuevamente.

Tal vez Bruce no sea malo, en realidad todo el tiempo ha sido de mucha confianza.

Los tres chicos se ven algo incómodos.

Salgo de la habitación y los tres no tardan en seguirme, llego hasta la habitación de Mirana y lentamente abro la puerta. Veo a los tres chicos acurrucados a su alrededor y ella abrazándolos sobre la cama.

La sorpresa en su rostro hace que la sangre me hierva, ella de verdad esperaba que yo estuviese muerta.

Lo bueno es que por ella siento mas coraje que miedo, así que nos podemos quedar solas.

—Niños ¿están bien?

Los tres asienten lentamente y Trevor llega corriendo a mi lado para abrazarme.

—Tenía miedo de que te hubiese pasado algo, pero Aron me advirtió de que si iba a tu habitación solo iba a ser un estorbo.

Le devuelvo el abrazo a mi hermano, de verdad temí que le hubiese pasado algo.

Acaricio su cabello.

—Soy muy fuerte.

—Aron también dijo eso.

Le lanzo una mirada al niño, quien mira todo de manera fría, Hannah por otro lado si se ve algo asustada mientras se agarra a su mamá con su preciosa pijama blanca a su alrededor.

Ambos niños son bastante atractivos.

Suelto un suspiro.

—Deberían ir a sus habitaciones, unos amigos míos allá afuera los acompañaran.

—Queremos dormir todos en el cuarto de Hannah —habla Aron levantándose de la cama mientras le da la mano a su hermana incitándola a hacer lo mismo.

Asiento.

—Por supuesto que eso quieren. Adelante. Yo tengo algo que hablar con Mirana —la miro fijamente un momento y la veo apretar la boca. Luego besa la cabeza de sus hijos y los tres niños se pierden por el pasillo, yo cierro la puerta y sonrió.

—¿Sorprendida?

—La verdad si —asiente—. Aunque no entiendo porque, eso es darte muy poco crédito ¿no es así?

Asiento.

—Totalmente. ¿Mandar solo tres hombres? —hago una mueca— Puedo con mas que eso.

Ella se levanta con su precioso cabello negro cayendo a sus lados y sus hermosos ojos azules brillando.

—¿Has descubierto algo en tu investigación?

Le sonrió abiertamente.

—La verdad es que si. Es interesante conocer el verdadero apellido de tus hijos... —ella se nota sorprendida, pero a la expectativa y yo lentamente dejo salir de mis labios el apellido—. Armstrong.

Fuera de Swirldale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora