Ana Y Cora decidieron hacer una campaña para cualquier chica de la secundaria. Se trataba sobre el período. Iba a estar abierta durante los recreos toda la semana y cualquier chica podría acercarse e informarse sobre los períodos. También una vez a la semana se haría una charla grupal entre todas las chicas que quisieran asistir para compartir cosas sobre el tema y ayudarse o aconsejarse las unas a las otras, y así hacer que deje de ser un tema tabú.
Luego lograron recaudar fondos para comprar paquetes de toallitas femeninas o tampones y que si una chica tenía una emergencia se pudiera acercar a uno de los dos puestos distribuidos en la escuela y tomar una toallita.
La idea tuvo mucho éxito y fue muy bien aceptada por el público. Anabelle dio una charla sobre por qué no debía ser tabú e inmediatamente dio vuelta el plan de Violeta, haciendo que fracasara en su intento, retrógrado, de que todos se burlaran de Ana por manchar una silla.
La campaña duraría un mes, el peor mes para Violeta. Ya que todos adulaban a Cora y Ana por su ingeniosa idea de ayudar a las chicas del colegio en cualquier emergencia. Por lo que decidió intentar otra cosa para hundir a las amigas. Esta vez su plan era mucho más difícil. Iba a robar todas las toallitas y los tampones para que el proyecto fracasara. Pero ella no se iba a encargar de hacer, no. Iba a mandar a alguien más. Si la descubrían estaba frita, por lo que debía salir de la escena del crimen completamente limpia. Pero ni siquiera iba a entrar en la escena, ya que se arriesgaba demasiado. Necesitaba un secuaz. Alguien ágil, inteligente y dispuesto para la tarea.
Violeta eligió a una compañera de su curso; Pichona.
Sin embargo, cuando ésta fue a cumplir con el plan... no demostró ser ágil, inteligente ni mucho menos dispuesta, ya que se quejó todo el tiempo de tener que encargarse de la tarea de alguien más. Aunque igual logró robar todo de los dos puestos de la campaña. Cumplió con su objetivo... bueno, el de Violeta.
La vengativa joven escondió todo el material de la campaña en su mochila y se fue lejos de los puestos para que no sospechen de ella.
Cuando Anabelle y Coraline recibieron la noticia de las chicas que atendían el puesto en esos turnos, captaron al instante quien era la culpable. Por lo que fueron decididas a avisar a la profesora Raquel que les habían robado y que sus sospechas estaban puestas en Violeta.
La profesora las citó a las tres chicas en su despacho.
Estaban sentadas las tres al otro lado del escritorio, expectantes de lo que pasaría luego. ¿Era en verdad Violeta la culpable? ¿Podrían probarlo? ¿Encontrarían evidencias en su contra? Las preguntas y los nervios invadían a todas las chicas. Raquel, una profesora de lengua apasionada por las novelas de misterios, no podía contener su emoción por resolver el enigma.
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Un Mundo Ideal (no tan ideal)
Teen FictionCoraline y Anabelle se enfrentaran a drama, romance y enemigos. Mientras tanto, Violeta intenta destruir sus reputaciones en la secundaria. ¿Podrá lograrlo?