al día siguiente, el chico de nacionalidad china despertó, como era costumbre, solo en la cama. con mucha pereza, se levantó de la cama para buscar algo de ropa y así poder ducharse (algo de ropa para renjun, es solamente una sudadera de su novio, ya que le quedaban enormes y eran cómodas y, obviamente, ropa interior.)
al bajar hasta la cocina, pudo escuchar la voz grave de su novio tararear alguna canción desde la cocina. el extranjero se acercó a la cocina y se quedó unos segundos en el marco de la puerta, observando como su novio ordenaba las cosas que habían comprado el día anterior. renuncia se acercó procurando no hacer ruido y abrazó al más alto por la espalda, haciendo puntitas de pie para intentar llegar al hueco del hombro del más alto y esconder su cabeza ahí.
— renjunnie quiere mimos... - susurró con en un puchero en sus labios. el mayor volteó y tomó a renjun por la cintura, alzandolo y sentandolo en la mesada. rápidamente, renjun enredó sus brazos por su cuello y apoyó su cabeza en el pecho de jisung, quien comenzó a dejar caricias en el cabello del chino. - renjunnie está feliz de estar con jisunnie.
—jisunnie está feliz de tener a su bebé consigo. - habló en un tono bajito el más alto para luego dejar un besito en los labios contrarios. - bebé, tengo que salir. necesito ir a trabajar, ¿si?
y aunque de muy mala gana, renjun asintió, acercándose a los labios del más alto para poder comenzar un suave beso cargado de cariño. al separarse, jisung susurró un ‘ te amo ’ y se marchó, dejando la casa en completo silencio y sumida en aburrimiento.
al no tener otra cosa que hacer, renjun se dirigió con lápices y una libreta en mano a la ventana, la cual estaba abierta, con la idea de inspirarse y dibujar algo. luego de unos minutos, un joven casi tan alto como jisung apareció en la ventana. al verlo, renjun se sobresalto, soltando un pequeño gritito. el desconocido soltó una risita.
— ¿quién eres? - preguntó el chino en voz bajita y abrazando su libreta.
— una persona con curiosidad de porque nunca sales, me llamo jeno, mucho gusto. - habló con una sonrisa en su rostro, haciendo que a sus ojos desaparecieran y formasen dos medialunas.
