III.

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TRIGGER WARNING

Este capítulo contiene escenas fuertes, si usted es una persona sensible a temas de abuso sexual, preferiblemente abandone la lectura.





Los meses pasaron lentos y perezosos, Lena tenía siempre permiso de Alexandra, Nia y Clark para ir con Kara. Iba tres veces a la semana con ella, y todas aquellas veces, Kara le daba un dulce que Lena guardaba celosamente en sus bolsillos.

Al inicio no hablaban de mucho, a veces Lena le preguntaba a Kara sobre su accidente, y ella le respondía con calma, entendía que Lena necesitaba sentirse en confianza antes de poder abrirse. Ya nadie se extrañaba de ver a la morena las últimas horas de los lunes, miércoles y viernes entrar en la oficina de Kara con apuro. Kara le contaba sus historias sobre su vida, y Lena seguía sin poder responderse aquella pregunta. ¿Cómo es que Kara lograba sonreír tanto?

Habían pasado ya casi dos meses, y Lena tenía ya 22 caramelos. Era viernes, y se estaba despidiendo de Kara para ir a recoger sus cosas e ir a su casa. Cierto era que estaba perdiendo clases de Historia, Biología, y Educación física, pero sus maestros la estaban ayudando dándole trabajos extra y estaban disponibles cuando ella tuviese dudas. Por primera vez desde hacía mucho, Lena estaba sonriendo cuando llegó a casa.

—Maldita sea, ¡¿no puedes cocinar algo decente?! ¡Maldita perra! Bien decía mi madre que eras una inservible.— La sonrisa no le duró mucho cuando cruzó el umbral de la puerta de su casa, soltó un suspiro mientras escuchaba el golpe seco, su madre soltó un grito, Lena estaba tan acostumbrada a eso. Tragó nerviosa y se puso de pie en medio de la sala.

—Y-Ya llegué.— La habitación se quedó unos segundos en silencio, sólo se escuchaban los sollozos de Lilian en el lugar. Lex por su parte ni siquiera se inmutaba, solo estaba sentado en la mesa comiendo en silencio. Lionel miró a Lena y sonrió, aquella sonrisa era la que Lena odiaba.

—Al fin, mocosa malagradecida. Ve a prepararme algo que se pueda comer. ¡Ahora!— Lena asintió temblorosa y dejó su mochila en un sillón. Rápidamente fue a la cocina y empezó a preparar un estofado lo más rápido que pudo. Lilian ingresó a la cocina minutos después y Lena sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

—Maldita puta, eres igual a ella.— Lena soltó un quejido cuando Lilian tomó su cabello y se lo jaló con fuerza lastimandola. —Eres la copia exacta de esa perra. Ojalá te hubieses muerto con ella.— Lilian la empujó contra el mesón, golpeando su nariz y haciendo que esta se rompiese. Lena sintió como su nariz empezaba a sangrar, pero se mantuvo igual, no quería llorar. —Algún día querrá también hacerte su mujer, ¿y entonces yo qué? Me va a desechar como basura.— Lena tembló ante aquella posibilidad. Lilian empezó a llorar y se quedó en una esquina de la cocina. —Todo porque eres joven y hermosa...— Lena escuchó que Lilian seguía lloriqueando, y luego la escuchó gritar, la miró de reojo y vio un cuchillo en su mano. —¡No voy a dejar que me cambie por ti!— Lena estaba completamente en shock cuando la vio acercarse. Cerró los ojos esperando que pasara, sin embargo jamás pasó. Abrió despacio los ojos y vio a Lilian allí, con el cuchillo apuntandola, pero completamente quieta. Podía escuchar el bombeo de su corazón.

Lilian bajó el cuchillo, y salió de la cocina. No podía matarla... No podía hacerlo. No después de haberla criado como a su hija. Lena escuchó la puerta del baño cerrarse. —¡¿Qué fue mocosa?! Tengo hambre.— Aquel grito la hizo espabilar. Se miró en el espejo de la cocina, y notó las lágrimas en su rostro y la sangre en su nariz. Se fue al lavadero al limpiarse y sirvió la comida para Lionel. La llevó en una bandeja al comedor y lo sirvió. —Al fin... Muero de hambre.— Lena estaba por irse, cuando sintió la mano de Lionel en su nalga apretandola. —Ven a sentarte con papá.— Lena no quería, Lionel al ver que se demoraba la tomó de la cintura con fuerza y la obligó a sentarse sobre sus piernas. Lena pudo sentir la ereccion del hombre frotándose contra sus nalgas. —Estás tan bonita... Cada día te pareces más a tu madre...— Lena escuchó que una silla se movía, y vio a Lex pararse, ambos se dieron una mirada, Lex la bajó antes y se fue de la habitación. Lena entonces dejó caer una lágrima. Estaba sola. Apretó los ojos cuando sintió la mano de su progenitor apretar su pecho, y se encogió con asco cuando él empezó a besar y morder su cuello. —Tan suave...—

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2021 ⏰

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