el dios del mar está enojado.
casi todos los tontos adultos se habían ido del mar, desgraciados y mal agradecidos.
la escama de él comunicaba.
"tienen permitido ir a la superficie, pero no se enamoren ni se queden ahí, o sufrirán la ira de su dios"
un lugar que por suerte aceptaba a los verdaderos humanos, aunque era difícil.
no estaba cerca del mar, así que tuvieron que hacer posas de agua con sal. apenas recargaba el llamado ena, algo que cubría la piel de la gente marina. así podrían respirar y absorber el agua con rapidez.
la otra parte difícil era la burla entre humanos de la superficie y del mar. habían personas que no hacían estas cosas, pero eran minoría.
"¡hueles a pez!"
"¡cállate, cerdo!"