↬ᴇʟ ᴍᴀɢᴏ ʏ ᴇʟ ʜᴀᴅᴀ🍃 [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]

Capítulo 4.

Desde ese día, el mago y el hada se volvieron uno.

Siempre paseando juntos por los pasadizos secretos que el bosque solía crear.

Amándose en secreto.

JungKook le mostraba felizmente la manera en la que él protegía ese lugar.

SeokJin lo escuchaba atentamente, amando cada día más esa sonrisa que se le hacía similar a la de un conejito.

—Siempre serás bienvenido en mi bosque... Y en mi corazón. –Le dijo mientras yacían sobre la orilla de un acantilado, con sus manos tomadas y sus dedos entrelazados.

—Regresaré, te lo prometo.

Sellaron esa promesa con un beso.

Un beso que dejaba saber el amor tan profundo y necesitado que sentían por el otro.

Al separarse; un dragón, negro y enorme salió de la oscuridad de aquel acantilado.

—Es momento de irme. –Dijo el oji celeste con pesar y una triste sonrisa.

El mago se limitó a asentir con el nudo en su garganta mientras veía como su preciosa hada se montaba en aquella criatura.

Segundos después, desaparecieron de su vista.

Su corazón se quebró.

¿Por qué el destino era tan cruel?

Había conocido al amor de su vida y también, al príncipe de las hadas.

Príncipe que debía enfrentarse a una inevitable guerra, él no podía acompañarlo, su bosque lo necesitaba para vivir.

Cada noche, encerrado en su castillo, lloraba y rogaba por su hada, esa hada al que amaba con locura.