No basta sólo una noche.

Cap III

Me desperté con bastante alegría y sentí una mano sobre mi cintura que amenazaba con anclarse en el colchón si trataba de levantarme. Y voltee a verlo, él dormido parece imperturbable, se veía tan calmado, toque su cara y una sonrisa somnolienta, de esas que aparecen sin querer cuando duermes, se dibujó en su rostro, cerré los ojos y me quedé pensando.

"Es cierto... para él no soy sólo un juguete sexual, digo, me abraza sin razón aparente, me lleva a almorzar en muchos días sin importancia, me regala  7 flores cada domingo, cuando está triste acude a mi, cuando está enojado viene, no ahoga sus penas en un bar de mala muerte, viene y se recuesta en mi pecho mientras me cuenta sus penas; llega y me abraza por la espalda, se recarga mi hombro y llora sin más reparo al momento que yo acarició sus manos y pego mi cabeza a la suya. Me mima, me protege, me regaña por no comer, me cuenta historias divertidas... Y eso me indica que no soy  sólo su amante, sino que parar él soy su novia, su madre, su mejor amiga, su confidente, su hermana, y más cosas... Y él para mi, lo es todo, se convirtió en mi razón de ser; se convirtió en mi novio, mi padre, mi consejero, mi hermano, mi mejor amigo, mi confidente, y en mi amor, mi único amor real."

Sentí que alguien me mordió la nariz, abrí los ojos, y él se hizo el dormido. Me le heche encima y se quejó, entonces abrió los ojos y sonrió.

-Buenos días... -mire el reloj y ya eran las 11:30 am.

- No puede ser! - Me levanté, y corrí hacia el baño para bañarme e irme.

-Hey! A donde vas?

- Ah... ya te... no te dije, e...escucha, desde hace 2 semanas que empecé a cuidar a unos niños después de sus clases y no te lo había dicho porque lo olvidaba totalmente o tenías que irte a trabajar, perdón! Te lo voy a compensar! - Me metí al baño y sólo lo escuche decir.

- No tienes que compensar nada... -solo escuche que se vistió y salió del cuarto, de ahí en más nada.
Al salir el estaba en la cocina, al parecer haciendo la comida.

- Eren... - lo abracé por la espalda y y sonreí.- Lo siento amor, pero tengo que ir.

- Ve, yo me bañare y terminaré la comida. - le di un beso en la mejilla, y corrí por las llaves del auto.
Ya estando en la primaria, unas señoras me miraron y se acercaron.

-Oye Mikasa, qué tal te va con tu marido?

-Aun no estamos casados. - me sonríe un poco y la señora se sorprendió por mí repuesta. *qué es lo raro?! Tengo 19!*

-Oh vaya, pues pareciera que si. Sabes lo he visto todos los domingos ir a la floreria y comprar las 7 mismas flores durante un año. Por qué lo hace?

- Él lo considera, un pequeño pago por aguantarlo y quererlo, cree que debe pagarme, y así agradece lo que he hecho por él.

-Quisiera que mi marido hiciera eso! Que afortunadas son algunas! Sin duda.

Sonrei y voltee a ver a la primaria, visualice entre la multitud a las niños y fui por ellos. -Bueno, un gusto hablar con usted. Yo me retiro.- subí a los niños al carro y después yo. Arranque el auto y uno de ellos me miro.

- Por qué estas tan feliz?

-He? - el niño me juzgo con la mirada y suspire.- Mi novio está en casa! Y sé que ustedes lo quieren conocer.

- Qué?! - los niños gritaron al unísono y yo sólo arrugue la nariz.- Mikasa tiene novio... Mikasa tiene novio .-comenzaron a cantar eso y durante todo el camino fue lo único que escuché.
Al llegar a casa entraron muy emocionados, sobre todo Gabi y Sofía, Udo y Falco entraron con más tranquilidad.