Una historia sin titulo.

Capitulo 0.

Corro como si de eso dependiera mi vida, aunque sí de eso depende mi vida. Tropiezo pero vuelvo a levantarme como si el mismísimo diablo me hubiera pellizcado, corro, corro.

No pienses tanto solo corre.

Miro hacia atrás y viene ese encapuchado corriendo muy cerca de mí, corro aun más rápido sintiendo mi corazón en mi garganta, el miedo hace que mis pelos se pongan de punta, y siento como si ellos quisieran salirse de mi carne.

Piensa en tu mamá.

Piensa en tu papá.

Piensa en tu familia.

Sigo corriendo hasta que un disparo me hace caer, mi corazón se acelera aun más, si se puede más. Ese disparó fue muy cerca, miro hacia atrás desde mi postura en el suelo. Un mini charco de sangre y está el encapuchado soltando maldiciones mientras se sostiene su estomago de donde sale mucha sangre.

– ¿Estás bien princesa? – Entonces recordé nuestra pelea, nuestros momentos más hermosos, nuestros juramentos, nuestros besos y mimos. No sé porque de una estupidez pudimos pelear.

– Si, si estoy bien – Lo abrazo como si fuera a morir o volverse polvo en segundos – ¿Ahora si estaremos bien, juntos y felices? – Le digo al oído.

– Ahora sí, te lo prometo – Solo me bastaba con que dijera que sí. Muchas promesas sin cumplir ¿Una más no? Por favor destino quiéreme por una vez en la vida.

Me abraza y me deja un beso por mi cabello, sus latidos acelerados me dan a entender que si tuvo miedo de perderme. Y para que mentir yo también tuve miedo de no verlo más nunca.

– Quiero que seas mi esposa – Se despega de mí y me mira a los ojos, se arrodilla delante de mí – ¿Quieres ser mi esposa?

Saca una cajita muy bonita de su bolsillo y la abre, el anillo se hace visible ante mis ojos. Es hermoso.

– ¡Sí! – Le digo con mucha alegría, el agarra el anillo y lanza la cajita fuera, muy lejos de nuestro circulo. Me pone el anillo en el dedo anular y le doy un beso.

Allá vamos destino, contigo o en contra pero con este hombre me caso.