Hola!! Me disculpo, ya que este cap lo tengo acabado de hacer hace mil años y recien lo publico hoy jejejeje. :3
Espero que les gute. Besitos <3<3
Día 1: 17 de marzo.
Dean y Sam han discutido. Al parecer a Dean no le ha sentado muy bien que Sam actuara por su cuanta con ese caso de demonios. Según Sam lo tenía todo bajo control y según Dean, si le tenía todo bajo control, yo no tenía por qué haber intervenido.
Ahora Dean esta tenso y eso no es bueno.
Dean me miro atraves del espejo retrovisor. Mantenimos contacto visual durante unos segundos hasta que sus ojos verdes volvieron a centrarse en la carretera.
No tardamos mucho en llegar a un motel de carretera, estacional el Impala y pedir dos habitaciones. Al parecer estaban tan molestos que no querían ni dormir en la misma habitación.
Vamos Castiel, esta es la tuya.
Seguí a Dean dentro de la habitación.
-¿Te lo puedes creer Cass? Casi lo matan y el malo soy yo.-Dijo señalándose. Se revolvió el pelo con frustración.-Necesito tarta.
Me miro.
-¿Te pasa algo?-Pregunto.
-¿Por qué lo dices?
-As estado muy callado durante todo el día.
Me encogí de hombros y mire por la ventana indiferente. Dean suspiro.
-No tardo.-Dijo dirigiéndose a la puerta y atravesándola.
Suspire. ¿Cómo iba a conseguir que Dean se enamorara de mí? A él le gustan las mujeres y las tartas… las tartas… ¡Ya esta!
Había oído decir que el camino para conquistar aun hombre es atraves de su estomago. Al principio creí que se trataba de abrir a alguien en canal, pero ahora me cuadra más que se refieran a cocinar algo rico.
Podría intentar hacer una tarta de manzana, pero ¿Cómo se hace una tarta?
Salí de la habitación y me dirigí a la recepción. La recepcionista me miro. Era una señora mayor, y al ver sus ojos pude ver que era una fiel cristiana y una buena persona. Eso me gusta.
-¿Puedo ayudarle en algo?-Me pregunto con una sonrisa.
-Me preguntaba si me podría enseñar a hacer una tarta de manzana.
-Claro. Ven, acompáñame a la cocina.
Abrió la pequeña puerta que tenia el mostrador de recepción, y me dejo pasar. Me guio hasta una pequeña cocina, se puso un mandil y me pidió que me quitara la gabardina. Me la quite y la deje sobre una silla.
-¿No sabes nada de cocina cielo?
-No.-Respondí.
-Vale.-Sonrió.-Primero nos lavamos las manos.-Dijo remangándose las mangas de la camisa.
No tardamos mucho en hacer la tarta para Dean. Me sentía feliz. La señora Lewis, me dijo que le recordaba a su hijo Jim.
-Aquí esta.-Dijo sacando la tarta del horno.-Ten cuidado quema.
La dejo sobre la mesa de la cocina y se sentó en una silla cansada. Me senté junto a ella.
-¿Puedo preguntar para quien es la tarta cielo?
-Para Dean.
-¿Y ese Dean es alguien especial?-Pregunto con una sonrisa.
-Dean siempre a sido especial.-Dije y no pude evitar que una sonrisa se escapase de mis labios.
La señora Lewis sonrió. A los pocos minutos, cuando la tarta se había enfriado, me despedí de la señora Lewis, agarre la tarta y me marche de nuevo a la habitación de Dean.
Dean aun no había vuelto, así que deje la tarta encima de la mesa y me senté en silencio a esperarle.
A los veinte o treinta minutos (los estuve contando) Dean entro por la puerta hecho una fueria.
-¡No me puedo creer que en este pueblucho no hagan tartas de manzana! ¡Esto es muy antipatriótico!
-Hola Dean.
-Hola Cass.-Dijo con mala gana.
-Te he hecho esto.-Dije señalando la tarta.
Dean la miro sorprendido y luego me miro. Se acercó a la mesa y se sentó. Acerco la tarta a él y la olio.
-Huele muy bien ¿de verdad la has hecho tú Cass?
Asentí.
-Muy bien, vamos a probarla. ¿Dónde hay…?
-¿Un tenedor?-Le interrumpí, mostrándole el tenedor. Tome un pedazo de tarta y se la ofrecí a Dean.
-Cass…
-Toma.-Le corte, antes de que me dijera que podía él solo.
-Vale…-suspiro. Abrió la boca y se comió el trozo de tarta. Sus ojos se iluminaron.-Vaya Cass… esta riquísimo.
Sonreí feliz.
Ya había conquistado el estomago de Dean. Un órgano menos para llegar a su corazón.
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Diario de un ángel enamorado
RomanceDean no para de cantar esa canción tan horrible. Sam tiene la cabeza apoyada en la ventana del Impala. Hace rato que esta dormido. Desde el asiento de atrás observo a Dean. No hace mucho que me he dado cuenta que el amor que siento por él, no es el...