♥︎ · · · · ━━━━❝ 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗼𝗿𝗶𝗴𝗶𝗻𝗮𝗹 ─ 𝗸𝗼𝗼𝗸.𝗷𝗶𝗻
⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ Bailabamos, no vacilamos cuándo nuestros cuerpos se fueron encontrando, fuimos amantes de cuentos, pero los cuentos tienen final. Éramos nosotros y lo que nacía...
La canción resonaba por todos los pasillos de esa mansión, todos y cada uno de los espacios de puro silencio comenzaban a llenarse de colores, de esa purpurina indeleble que eran esos gemidos, de esos dos hombres que estaban siendo uno, ya ni sabían cuántas veces iban de eso, si caminabas podías oirlos, jadeantes, extenuantes de aquello que conocemos como deseo, como si fuese una película y pudieses visualizarlos.
Ambos en aquel jacuzzi, el de cabellos claros que hambriento tomaba los labios del hombre que tenía debajo suyo, el a su vez sostenía su cadera incrustando sus yemas hasta dejar marcas sobre las mismas que ya tenía el menor desde hacia tanto.
Máscaras que ya no necesitaban usarse quedaron esparcidas como sus ropas, lo exorbitante del aroma a sexo, flores, esencias tan suaves, aquellas burbujas que poseía el agua iban explotando cada vez que sus cuerpos se unían de nuevo.
La espalda del menor se veía llena de marcas, al igual que sus hombros y cuello, fruto de aquellas noches, y también de esas que se le necesitaron. La luna era testigo, como siempre de ellos dos e incluso podría decirse que hasta el sol la envidiaba, porqué ella si podía contemplarlos a ambos en su máxima expresión de deseo, cariño y quizá amor.
— Ahora ya sabes mi nombre, SeokJin — habla en cuanto el manto de sus gemidos son callados sobre aquella piel tan maltratada de sus mordidas y chupones, pero que no era para nada algo que no les gustase.
— Y t-tu el mío JeonGguk oh mierda... más, más~— era imposible no ver como si fuese la pieza de arte más bella esos labios rojos, llenos de mordidas y con unas manchas de sangre resecas bajando por ellas.
Tanto tiempo y no sabían sus nombres, hasta ese día.
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