Quiero convencerme de que no exististe. Que nunca cruzamos palabras. Que tus mensajes nunca llegaron a primera hora de mis días más horribles para llenarme el pecho de luz. Quiero creer esta mentira que me estoy repitiendo, nunca dejé que me conozcas, no abrí mi alma, no dejé que me veas vulnerable, que leas sobre mis deseos y miedos. No te consideré amigo. Y si lo hice me mentí desde hace mucho tiempo. No quiero aceptar que fue real, no soy fuerte como para aceptarlo. Estoy muy feliz por vos, te lo prometo con todo mi corazón. Mereces más que nadie en el mundo sentir amor y deseo con todas mis fuerzas que sea mutuo y fuerte. Que sea más de lo que yo siento. Sentí. Te amé. Te consideré amor de otra vida. Sin dudas, no de esta. Te deseo todo el amor del mundo, que alguien te de esos besos y caricias que quería darte y ahora no tengo donde esconder, por lo que me queman las manos a más no poder. No voy a pensar más en vos porque no fue real. Me lo inventé una vez más. Me siento tan sola. Estoy harta de las ilusiones.