Capítulo 1

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Los personajes que aparecen aquí son propiedad de la gran Naoko Takeuchi, la historia es mía

No me pude resistir jejeje. Esta es una pequeña historia, súper pequeña, con capítulos pequeños e igual los capítulos serán poquitos. Se me ocurrió estos días y no pude resistir publicarla, espero que les guste.

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"Caricia al corazón"

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Capítulo 1

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El corazón dolía

Su mirada se centró claramente en la escena frente a ella con el corazón sangrante, aquella escena le producía un dolor insoportable. Una mezcla bastante clara que se arremolinaba en su vientre, en su estómago pero sobre todo, en su corazón.

Los radiantes novios al frente se miraban el uno al otro, ella era una bella muñeca con piel de porcelana, con la sonrisa deslumbrante y las mejillas arreboladas, él la miraba con adoración, con una sutil sonrisa en su boca arrogante.

Si, la escena era perfecta.

Todos radiantes, rebosando de felicidad. Los novios cómplices, soñadores. Y los invitados admirando, complacidos con la armonía de los novios, con los dulces detalles de una boda como aquella.

El pelinegro hizo girar lentamente a su radiante novia, comenzado con el tradicional primer baile de los novios, una sonrisa ilumino su rostro por un instante y después los invitados rompieron el silencio en aplausos mientras la suave música del vals comenzaba a sonar.

Una pequeña y traicionera lágrima rodó por su mejilla y la limpio con violencia, no estaba bien llorar en las bodas a menos que fuera por algún sentimentalismo, sus lágrimas no tenían nada de sentimentalismo; le dolía el corazón.

Darien era el novio perfecto, comprometido y leal, y sabía que cumpliría con su promesa, cuidaría de su novia y la protegería tal y como había dicho hacia solo unos minutos frente al altar.

Aunque el suyo fuera un matrimonio arreglado, sabía que Darien cumpliría con su promesa, velaría por ella y le daría su apellido.

No conocía todos los términos escabrosos de aquel matrimonio apresurado e impuesto, pero suponía que en algún momento tendrían hijos, el imperio Chiba necesitaba descendientes.

Pensar en eso solo fue como echar más sal en la herida.

Ella hubiera deseado llevar sus hijos, dormir a su lado todas las noches y despertar a su lado cada mañana del resto de su vida. Había deseado cuidar de él y de la familia que pudieran crear juntos. Pero Darien tenía bastante definido el sentido del deber para con su familia y aquello había sido más fuerte que cualquier cariño que pudiera existir entre ambos.

Ella le amaba y no había puesto cuidado en ocultárselo, siempre había sido clara y transparente con él, y él había sido del mismo modo con ella, jamás le había mentido, jamás le había hecho promesas que no iba a cumplirle.

Darien y su perfecta novia hacían una fabulosa pareja, tenía que admitirlo.

La diminuta mujer contrastaba perfectamente con el poderoso cuerpo del pelinegro. Parecían la pareja de una portada de revista. Y probablemente al día siguiente así serian. Llenarían los estantes de los puestos de revistas y periódicos con su foto juntos. "La mejor boda del año", ese sería el titular, no lo dudaba.

La recepción avanzaba lenta y tortuosamente, con todos los protocolos usuales de una boda de aquella magnitud; Serena podía apreciar todos los detalles cuidadosamente planeados. Habían gastado una fortuna en aquella boda, no le cabía ninguna duda.

Sabía de primera mano que Darien había participado muy poco en aquella planeación, él se lo había dicho todo, no le había ocultado el más mínimo detalle.

A serena le torturaba el hecho de no haber podido disfrutar un poco más a Darien, su relación apenas si había llevado un par de meses a lo mucho cuando se había enterado de que él se casaría.

Se había sentido herida, mucho más que eso, decepcionada y por decirlo de alguna manera, también traicionada.

Caricia al corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora