Capítulo 3

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Los personajes que aparecen aquí son propiedad de la gran Naoko Takeuchi, la historia es mía

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Capítulo 3

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Su poderoso cuerpo estaba inclinado ligeramente, mientras sus ojos miraban algo sobre el escritorio detenidamente, parecía concentrado, pero algo le dijo a Serena que su mente no estaba precisamente en lo que miraba, que estaba volando bastante lejos de ahí.

―Todos te echan de menos ― susurró desde el umbral de la puerta, llamando su atención ―, especialmente tu encantadora novia ―agregó con una seguridad que no sentía.

Darien levanto el rostro finalmente y la miro, su mirada pensativa no cambio, si acaso logro ver un pequeño destello de comprensión en sus ojos que duro apenas un instante, aunque Serena no supo a que se debía.

―¿Estas acechándome? ―preguntó sin dejar de mirarla, Serena distinguió perfectamente una ligera nota divertida en su voz.

―Destino cruel ―explicó ―, me ha traído a ti, cuando lo que en verdad debería hacer es llevarme hacia el lado contrario, muy lejos de ti―confesó con honestidad.

Él no tenía por qué saber que precisamente el lugar donde su corazón deseaba estar.

Probablemente aquella era la última oportunidad que tendría con él a solas, ciertamente ella no iba a buscar ninguna más, él ya era un hombre casado, prohibido para ella.

Decidida a decirle adiós definitivamente dio un paso más, cerrando la puerta a su espalda.

―Pensé que te vería anoche, pensé que nuestra historia merecía un adiós ―dijo sin poder evitar que su voz sonara dolida, lo estaba.

―Serena... ―susurró él con lentitud, como instándola a detenerse, ella no le hizo el más mínimo caso.

―Lo siento Darien, sé que no es el mejor momento y mucho menos el mejor lugar ―dijo suave, con la voz ligeramente quebrada, se quedó callada un instante, intentando recuperar el control, no iba a llorar delante de él. ¡Jamás le haría eso!

Darien se levantó con agilidad después de mirarla apenas unos segundos, y se acercó a ella precipitadamente.

―No voy a hacerte un drama ―informó ella con ligereza ―, no tienes de que preocuparte. ―

―Haz bebido de más ―la amonesto suavemente ―, pero jamás esperaría algo así de ti ―agregó él con una ligera y arrogante sonrisa en los labios ―. ¡Ven aquí! ―añadió antes de acercarla con rudeza a su cuerpo.

Serena no tuvo tiempo siquiera de pensar, simplemente se dejó hacer en cuanto sintió los labios de Darien sobre los suyos, devorándola con dureza, con tanta necesidad que la dejo aturdida de inmediato, simplemente guiada por su misma necesidad.

Un suave jadeo inundo de pronto su pensamiento, haciéndola regresar de golpe a la realidad. Darien fue más rápido, la empujo ligeramente, ocultándola con su cuerpo, pero era tarde, estaba segura de que quien quiera que hubiera irrumpido en la habitación, la había visto.

―Así que se trata de ella ―el susurro lleno de dolor de la voz de Mina inundo su confusa mente y la horrorizo por completo ―, nunca se me hubiera ocurrido ―agregó con la voz quebrada antes de que se escuchara el frufrú de su falda al alejarse apresuradamente.

―Minako ―gruñó Darien corriendo hacia la puerta, intentando atraparla.

Serena sintió que sus ojos se anegaban en lágrimas involuntariamente, lo había arruinado todo, jamás había sido esa su intención.

Levanto el rostro cuando escucho la puerta cerrarse y grande fue su sorpresa cuando vio a Darien ahí, recargado contra la puerta, había pesar en sus ojos, pero no era algo que la abrumara, él no parecía abrumado, más bien decepcionado.

―Lo siento Darien ―susurró ella, atontada por lo ocurrido y aun sin comprender el motivo del porque él seguía ahí, debería haber salido corriendo detrás de su novia ―, yo...

―Sé que no ha sido tu intensión ―susurró él con dureza, había tal desilusión en sus palabras y en su rostro que solo atino a quedarse cayada, lamentando realmente lo que estaba pasando.

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