Un Idol, una celebridad, una estrella... eso es lo que todo niño quiso en algún momento.
Alcanzar los sueños, eso es algo que todos anhelamos y esperamos lograr. ¿Pero todos están dispuestos a correr el riesgo que eso lleva?
Miraba la escenografía que tenía enfrente. Para las fotos que tendría con Hongjoong lo único que había en esta habitación era un sofá individual color rojo vino.
— Somos dos — dije mirando a Suk — pero solo hay un sofá de una persona — si no me hubieran quitado el brazalete ya estaría jugando con el.
— Esteras bien — dijo el pasando su mano por mi cabello.
Vi a Hongjoong del otro lado de la habitación acomodándose el traje negro que llevaba.
Serían dos sesiones, las fotos juntos y con el resto de los actores sería de colores neutros y la individual serian con colores pasteles.
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Empezaríamos nosotros dos
—¿Estas lista? — preguntó el líder de Ateez acercándose a mi. Yo negué a su pregunta — ya somos dos.
— Chicos, necesito que vengan al centro — nos dijo el Fotografo.
Hongjoong me hizo un ademán para que lo siguiera, cosa que hice.
Saludamos al fotografo una vez que estuvimos en la escenografía.
— Missi, siéntate por favor — lo obedecí — cruzando las piernas y recuesta tu cabeza por el respaldo — hice todo lo que me dijo.
Mire a Hongjoong, este se estaba rascando la nuca nervioso.
— Muchacho, ve detrás de la silla, inclínate hacia enfrente cruzando tus brazos sobre el respaldo también — Hongjoong me miró y fue a hacer lo que le dijeron — y coloca tu barbilla sobre una de tus manos.
Tenía algo de miedo por las cosas que podría pedirnos que hagamos.
— Ahora mírenme serios pero sexys — intenté no reír por sus palabras — se ven perfectos.
Una vez que tomó algunas fotos levanté la cabeza mirando a mi compañero.
—¡Eso es Missi! — me sobresalté al escuchar al fotógrafo.
«¿Yo que hice?»
— Niña te quedas ahí yHongjoongpon tus dedos bajo su barbilla — el nombrado en lugar de hacer eso con su dedo índice hizo un camino lentamente desde mi mejilla hasta el mentón — eso es, hacen una pareja hermosa — en todo ese trayecto miraba a los ojos a mi compañero y de fondo el ruido de los flashes.
Traté de controlarme al sentir como mis mejillas se volvían calientes.
— Probaremos con algo más — avisó — Missi, necesitas que te levantes.
