-Que haces aquí?
Su voz era fría.
-Que es esto?
Le muestro la invitación y el solo sonrió en forma de burla.
-La invitación a mi boda, acaso no te llegó el tuyo?
Sentí un nudo en mi garganta, esto no podía ser verdad, solamente ayer habíamos hablado sobre empezar a vivir juntos.
Miré y a su costado había una chica la cual me miraba divertida.
-Es ella verdad?
-Y qué si es ella? Es mi vida y puedo hacer lo que se me antoje, solo eres mi secretaria así que vete a hacer tu trabajo y deja de meter tus narices donde no te incumbe.
Después de eso intenté mantenerme enfocada en el trabajo pero era inútil, cada día del último mes Jin llegaba a la empresa de la mano de su prometida, entraban a su oficina y después lo único que se podía escuchar eran gemidos.
Algo me decía que Jin no estaba del todo bien con esto, cada día se veía más delgado, con grandes ojeras y ya no sonreía.
Un día llegó solo, se le veía cansado y después de tanto tiempo me volvió a ver a los ojos, su mirada era triste como si me pidiera ayuda a gritos, justo ahí llegó su prometida y el solo agachó la cabeza, entraron a su oficina y denuevo se escucharon gemidos.
Al día siguiente escuché de la secretaria del señor Kim que la prometida de Jin era hija de uno de los más grandes empresarios y que la boda sería como un contrato para poder unir ambas empresas.
El al ser hijo único tenía que asumir la responsabilidad y hacer lo mejor para la empresa.
Ese día esperé a que llegara para preguntarle si era verdad pero no llegó, lo mismo fue el día siguiente y el siguiente, y el siguiente.
Nadie sabía nada de él, donde estaba ni si estaba bien o no pero lo que si sabíamos era que la boda seguía en pie y solo faltaban 2 días para ello.
Todos los empleados estábamos invitados, está de más decir que era obligatorio asistir y si no podías considerarte despedido.
En la empresa habían algunos rumores respecto a él, que había embarazado a la chica y por eso no venía ya que tenía que cuidarla, otro que había intentado suicidarse tomando pastillas y por último que había intentado romper el compromiso y su padre lo había golpeado tanto que estaba hospitalizado, pero lo bueno es que solo eran eso rumores.
Esos dos últimos días lo pasé mal, necesitaba verlo, abrazarlo, saber si estaba bien y aclarar todas mis preguntas y dudas con respecto a su boda pero eso era imposible.
El día tan esperado por unos y no tanto para otros llegó, aquí estoy yo, con las lágrimas amenazando con salir al ver en el altar a los novios, tomados de la mano.
-Kim Ji Soo, acepta usted a Kim Seok Jin como su legítimo esposo para amarlo y respetarlo en la salud y la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza hasta que la muerte los separe?
-Acepto
-Kim Seok Jin acepta usted...
Ya no podía más, me levanté y salí de allí, corrí sin rumbo fijo hasta que llegué a un parque, el parque de nuestra primera cita.
Me senté en uno de los bancos de madera y cubrí mi rostro con mis manos, no pasó mucho tiempo para cuando sentí que alguien tomaba mis manos y las retiraba de mi cara, mis lágrimas fueron limpiadas, abrí los ojos y lo ví.
-Enserio creíste que lo haría?
Sonrió tiernamente, una de sus mejillas tenía un leve color rojizo y tenía el labio partido con un poco de sangre.
-Tu padre...
Puso su dedo índice en mis labios para que guarde silencio.
-Te extrañé Tn
Nos unimos en un cálido abrazo.
-Eres solo mía...
-Y tú eres solo mío
Ambos sonreímos para después juntar nuestros labios en un tierno pero a la vez también necesitado beso.
