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Bien. JiMin era bueno leyendo el ambiente y las situaciones y tan bueno como era, realmente no se percató de lo que se se estaba volviendo la situación, hasta que le explotó en la cara.

Todo empezó, cuando JiMin se encontró a sí mismo incapacitado de negarle algo al atractivo hombre que se escondía en su casa cada día al salir de trabajar para no tener que lidiar con la triste realidad de que su esposa lo había engañado. JiMin realmente intento meter algo de sentido en su loca cabeza, pero su hipotálamo parecía haberse emancipado del resto de su cerebro, porque él estaba careciendo de las facultades necesarias para mantener bajo control sus emociones. Ver a JungKook lo llenaba de éxtasis, de emoción y alegría y entonces la adrenalina se disparaba dentro suyo y él se sentía capaz de hacer de todo, hasta la locura que estaba haciendo en ese instante.


Permitiendo que JungKook buscara en él la seguridad de un amigo, cuando él quería otorgarle la protección de un amante, no era bueno para JiMin, porque JungKook no iba a estar listo para tener relaciones con nadie durante mucho tiempo, y ahí estaba él,  dejándose caer sin temores, a pesar de que sabía que esa caída iba a acabar con él.


JungKook comenzó a pasar la mayor parte de la tarde, que era cuando salía de trabajar con JiMin, sus días libres los pasaban juntos y salían a recorrer el vecindario cada vez que Jeon se llenaba de ansiedad. JungKook realmente había empezado a sentirse seguro con su vecino, quería poder llamarlo su mejor amigo, porque él le había ayudado a levantarse cada vez que la soledad había amenazado con acabarlo. 

Habían pasado ya seis meses desde lo de su esposa y dentro de uno más, tendría una reunión con ella y sus abogados para terminarlo todo y poder volver a empezar, pero tenía miedo de verla, porque todo lo que sintió por ella, todavía estaba en su pecho, JungKook todavía anhelaba verla sonreír y abrazarla, su suavidad. Porque cuando él no tuvo nada, se conformó con la idea de la que tenía a ella y por eso llegó tan lejos y obtuvo tantas comodidades, su éxito se lo debía a ella. No era fácil dejarla ir.


La amistad corrió de la manera en que debería, hasta la noche una semana antes de la reunión de JungKook para las negociaciones de su divorcio. Algo dentro de él se llenó de temor y bebió hasta la inconsciencia con JiMin, quien escuchó con  cuidado su diatriba de borracho y lo abrazó cada vez que sintió que le mundo intentaba acabar con él. 


"Muchas gracias por ser mi amigo, JiMin..." Murmuró JungKook en el cuello de JiMin mientras este lo abrazaba,  la piel del menor se erizó de pies a cabeza y su corazón dio un vuelco. "¿Crees que alguna vez pueda volver a amar a alguien como la amé... como la amo a ella?°


Algo pesó en el pecho de JiMin al escucharlo admitir que todavía amaba a su esposa, a pesar de todo. pensó que JungKook era un buen ser humano, pero que era un idiota y que era fácil jugar él, aquello lo entristeció. Mientras pensaba en el dolor que le causaba no poder confesarle a Jeon de sus sentimientos, este se inclinó para besarlo y JiMin se enteró cuando los labios del otro  acariciaron los suyos y fue demasiado tarde para negarse a lo  único que él anhelaba,  la cercanía, la intimidad y el secretismo con ese atractivo hombre con el corazón roto.

Ambos gimieron en el beso cálido  y se dejaron llevar en la fogosidad del momento. Se entregaron el uno al otro  con los ojos cerrados y se olvidaron del mundo, de todos los problemas que iba a suponer ese encuentro.


JiMin despertó cuando sintió una mirada muy pesada sobre él, abrió los ojos suavemente y vio a JungKook sentado en el sofá de enfrente mirándolo como con miedo a abrir la boca.


Apretó los labios y lo miró también, sabía que no había forma de detener lo que estaba sucediendo y que lo mejor era terminarlo de una vez.


"¿Qué sucede?" JungKook saltó un poco ante su pregunta y lo miró tristemente. "Esto no tiene por qué cambiar las cosas entre nosotros, podemos seguir siendo amigos, sólo hay que olvidarnos de todo lo que pasó anoche..." Cada palabra amenazó con romperle el corazón,  pero lo dijo  de todos modos.


"Lo cambia todo, JiMin". El corazón del menor latió furiosamente en su pecho cuando JungKook lo miró a los ojos. "Todavía la amo y no estoy seguro de querer... de poder dejarla ir. No puedo, soy todo lo que soy por ella. Estuvo conmigo cuando no tenía nada y se lo debo, le debo mi amor incondicional porque ella construyó las bases de mi vid-"


"No fue ella,  fuiste tú, por ella. No  le debes nada, ella jugó con tus sentimientos y te engañó en tu cara, esas cosas no se hacen cuando uno ama. No le estás dando tu lealtad, le estás entregando tu vida a una persona que no puede ni merece tenerla. JungKook yo-"


"¡No, JiMin! ¡No puedo!" JiMin se encogió, todavía desnudo en el suelo de la sala, sintiéndose como  una ramera y lloró mientras JungKook recogía sus cosas y salía de la casa en silencio.


No volvieron a verse.





JungKook entró a la sala con su abogado, esperando sentir un tirón en el pecho cuando viera a su esposa, pero no sintió nada y eso lo dejó vacío.  Esperó sentir la calidez del sol, y el amor inquebrantable. pero nada  de eso estaba allí, nada. Ella estaba del otro lado de la mesa, fuerte y hermosa, pero su corazón no se agitó por ella, no sintió nada.

La reunión fue corta, ella iba a quedarse con la casa de verano y una cuota alimentaria por  seis meses hasta que pudiera acomodarse. JungKook aceptó para terminar con todo de inmediato y salió sin decirle palabra a su ex-esposa.


JungKook caminó por la ciudad durante un par de horas pensado en todo lo que JiMin había hecho por él, se preguntó si sería adecuado enamorarse de él y dejarse llevar, pensó en que JiMin le había dado todo sin exigir nada, pero eso no era un motivo suficiente, necesitaba más. 

JungKook regresó a casa y por la costumbre, terminó en la puerta de JiMin. No quería, pero tocó el timbre y esperó a que el bajito abriera la puerta. Verlo después de una semana, le quitó el aliento y se percató de lo mucho que lo había extrañado. JiMin lo miró con sus ojos de borrego y se hizo a un lado para dejarlo pasar. JungKook entró a la casa ansiando poner sus manos sobre la piel lechosa del menor. Sintiéndose casi como un imán atraído hacia él, se acercó y le acarició el rostro.


"Estoy listo para dejarla ir, pero necesito saber si vas a perdonarme por dejarte solo... Lo lamento"


JiMin luchó contra las ganas de decir que sí, pero lo dijo y se dejó caer en los brazos de JungKook. Dejó que la calidez lo sedujera y se enredó.


Ellos no iban a comenzar una relación de inmediato, JungKook necesitaba tiempo para dejarla ir, realmente dejarla ir y JiMin necesitaba aprender a acomodar sus prioridades, pero eso  podían hacerlo juntos y con el tiempo necesario. Ambos eran adultos y sabían que se querían el uno al otro, pero que no iban a poder estar juntos hasta estar libres de sus fantasmas.



Pero sólo para aclarar, JungKook dijo te amo primero. JiMin definitivamente no le dijo te amo a JungKook  mientras este dormía. Totalmente no.







Perdón por la espera, comencé a estudiar :(

y ya eso sería todo.


Ddaeng - KookMinWhere stories live. Discover now