WAYNE

-Talia Al Ghul-

La sangre en los nudillos de Damian las noches siguientes tras enfrentarse a Andrea Rogers era descaradamente un río entero de esta.
No era cualquier sangre la que se derramaba, era sangre de la Liga, sangre de compañeros con los que entrenó de niño, que ahora por alguna razón se encontraban en la ciudad que poco a poco iba prosperando.
Este nuevo Batman actuaba silencioso, los medios no se dieron cuenta de que había un nuevo Batman en las calles hasta el ataque de Poison Ivy.
Y ahora, con la atención centrándose en Batman; La liga está en la ciudad, ahora no se trata solo de Ra's o de Talia, se trataba de ordas enteras que Damian detenía con todas sus fuerzas y trataba de mantener encerrados.

Entonces una noche, en la morgue de Gotham, reportaron gritos en el piso de abajo y eso hizo que los demas trabajadores evacuaran el edificio por un olor fétido en los sótanos.

En la entrada de la Morgue se encontraban dos trabajadores fumando, y conversando.

_Dijeron que llegarían pronto y ya paso casi una hora_ Dijo uno de los trabajadores.

_La policía de Gotham no es tan eficiente desde que Gordon se fue, ahora sólo son payasos que esperan por un tipo disfrazado.

_No seas tonto, desde Gordon la policia esperaba a que Batman les hiciera el trabajo.
_Es igual, antes minimo llegaban en minutos.

Entonces ambos sintieron la mirada de la noche observarlos desde el otro edificio frente de ellos. Podían sentir los ojos blancos de Batman apoderándose de su ser, entonces esa figura alzó en vuelo, y llego al frente de ambos sujetos que dejaron caer su cigarrillo apenas Batman tocó el suelo.

A sus espaldas, Anatoly y dos soldados llegaron en un auto.

_B... B... Batman, gracias a Dios...

_¿Que pasó?

_Un olor asqueroso nos llegó del sótano, muchos se marearon incluyéndonos, y evacuamos, podría ser tóxico.

_Salgan de aquí y vayan a un médico, nosotros nos encargamos.

_Gr... Gracias, Batman... Es bueno tenerte aq...

_Ya vamonos, hipócrita_ Interrumpió el compañero.

Batman sacó un dispositivo de su cinturón, era un termómetro de tóxicas y al activarlo comenzó a titilar bastante rápido, esto lo alertó considerablemente.

_Anatoly, vayan a ver a los trabajadores, analicen su sangre en la cueva y mantenenme informado.

_¿Es tóxico jefe?_ Preguntó Anatoly.

_Mucho, voy a entrar. Una cosa mas, llama a Red Robin. Es por los ninjas que hemos estado enfrentando, el sera de ayuda.

_Si señor_ Los tres subieron a un auto y arrancaron.
Damian se puso un respirador que al momento de colocarlo se extendió cubriendo toda su boca.

Al entrar, solo encontró  humedad, oscuridad, en la que sentía qué viejas luchas y locuras eran perpetradas por el monstruo del ser humano.

Pasó por un quirófano, abandonado, donde hasta apenas hace cinco años moriría Renné Montoya, sintió el alma de cada esclavo de Hush observandolo y queriendo alcanzarlo.

Entonces llegó al sótano lentamente mientras seguía varias voces, entre ellas la de su madre...

Al bajar completamente vio a viarios ninjas y a ella movilizados surtiendo barriles de un líquido verde en una tubería grande debajo del suelo.
Los ninjas cubrían su boca con máscaras de gas cosa que Talia no hacia.

_¿Todo listo para detonar_Preguntó Talia que llevaba un traje de cuero ajustado y un sable enfundado en su cinturón.

_Todo listo Lady Talia.