La ceremonia oficial, fue sencilla y bastante privada, teniendo como presente el encargado de hacer legal la unión, los padres de su ahora esposo y sus únicos familiares que eran su abuelo y su pequeño hijo.
Quedando pendiente la fiesta de celebración [en cuanto Draco terminará sus estudios en Hogwarts] para darse a conocer ante la sociedad, sabiendo que los Malfoy echarian la fiesta por la ventana, con los lujos más estrabagantes y costosos para ser la envidia de muchos, y por obvias razones, la comidilla del mundo mágico envidiando su buena suerte, faltando muy poco para ello.
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Cuando se imagino su fiesta de bodas, no pensó que vendrían miles de desconocidos a felicitarlo hipócritamente con una sonrisa y unos muy buenos deseos en su futuro marital para después hablar a sus espaldas que era un empedernido por haberse fijado en su ahijado, casi como un hijo suyo.
Tantos años, tratando con niños y después de unos cuantos años más, adolescentes con las hormonas alborotadas que soltaban un poco de todo de su persona, ya los hubiese maldecido, y es que muy a su pesar, aún cuando esté sería se segundo matrimonio [este obviamente falso para él y Draco] aún se sentía que estaba haciendo algo que estaba sumamente mal, dado que entendía el porque del cotilleo pero en cuanto volteaba a ver como su ahijado tenía una gran sonrisa en el rostro, hablando con unos cuantos compañeros con los que estaban meramente obligado a hablar más por cortesía que por gusto, y el aire tan tranquilo que lo rodeaba, valía la pena en el embrollo en el que se acabó metiendo por el bien de otro que no fuera él.
- No puedo creer que te hayas casado con Draco Malfoy, Sev. ¿Que pasara ahora con Harry?- la voz recriminatoría lo hizo volver a sus cabales para encontrarse con la mirada un tanto molesta de su amiga de la infancia
- Hola Lily, también me da gusto verte. Veo que te alegra que haya encontrado a alguien que me ame y me acepte con todo y mi pequeño vástago - ironizo, más para cortar el ambiente pesado que sentía que se estaba formando a su alrededor.
Realmente estaba harto de todo, de las personas que se acercaban a él, hablando de cosas hilarantes sin importancia, los chismes, las falsas felicitaciones, las fotos de aquí para allá, las sonrisas hipócritas para ahora tener nuevamente un sermón por parte de su amiga pelirroja.
- No es eso Severus, me alegro que te hayas vuelto a casar después de lo que pasó con tu difunto esposo pero es solo que, pensé que podríamos llegar a ser parte de la misma familia. Tu bien sabes que aunque Harry, no lo quiera admitir, y tú bien lo sabes, yo me eh encargado de decírtelo muchas veces y es solo que... - su voz se fue haciendo cada vez más pasiva y calmada hasta convertirse en un susurro muerto - Felicidades Severus, espero que seas muy feliz con Draco, y que puedan acoplarse muy bien- y tras decir aquello, hizo un brindis y bebió todo el champagne que había en su copa para darle un fuerte abrazo - Sabes que si cambias de opinión Harry te estará esperando con los brazos abiertos, nosotros no somos tan severos como tus suegros en cuanto a casar rápidamente a nuestro hijo.
- Gracias por las felicitaciones Lily pero bien sabes que James no ah casado a tu hijo porque el no es un doncel y no puede obligarlo teniendo como guardespaldas al perro sarnoso y el lobo para ayudarlo en cualquier "injusticia" de la que se le acuse
Se separaron del abrazado en cuanto escucharon pasos que iban en dirección a ellos.
Unos ojos grises prepotentes y lleno de irá y rencor infantil, fue lo primero que observaron antes que unos gruñidos salieran de la boca del sarnoso de Black.
- Eres un maldito Snivellus, ni siquiera haz guardado el debido respeto hacia mi hermano para que ahora te estés revolcando con el vástago de Malfoy y gastes de MI herencia solo por impresionarlos, o ¿Acaso pensaste que no estaba al tanto que pagaste el triple de lo que pedían por el hijo de Narcissa?
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No Todas Las Maneras De Amar Son Iguales
Historia CortaDraco no desea casarse con un extraño que no lo ame Pero Severus siempre estará ahí para protegerlo