Narciso

Extra "En el que Jin Guangyao Seduce al Líder De Secta"

Nota: Este capítulo se encuentra situado antes de la parte final del capítulo anterior. Es decir, cuando XiYao todavía no estaba casado.

Que lo disfruten.

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Mordió sus uñas y caminó nervioso por el Hanshi. Sabía que era una tontería estar nervioso por algo así, que los ancianos no podían ir en contra de las decisiones del Líder de su Secta. Pero como siempre, sus demonios y sus temores internos no podían evitar aparecer. 

||No puedes ser feliz, no puedes. No lo mereces… ||

Sacudió la cabeza, alejando sus malos pensamientos. 

No. Le prometió a Lan XiChen que se esforzaría y trataría de ser menos negativo, y más positivo. 

Así que se sentó pacientemente sobre la cama, y esperó por la llegada de su hermano jurado. 

Tras unos minutos, Lan XiChen finalmente apareció. 

—A-Yao—llamó Lan XiChen con una radiante sonrisa. —A-Yao. —repitió. 

Jin Guangyao casi dejó de respirar. No quería tener falsas esperanzas, pero la sonrisa de Lan XiChen sólo podía significar una cosa. 

—Los ancianos dieron su aprobación...—Para cuando Lan XiChen  terminó de hablar, Jin Guangyao ya se había arrojado en sus brazos. Envolviendolos en un fuerte y aplastante abrazo. 

—Er-GeGe. 

—A-Yao. 

—Estoy tan feliz, A-Huan. 

Lan XiChen lo abrazó con más fuerza. 

—Yo también, mi amor. Al fin podremos casarnos. 

Jin Guangyao alzó su rostro y acarició con cariño el rostro del mayor. Mirándolo con amor y ternura. 

Lan XiChen le sonrió y acercó su rostro a él, para darle un casto y dulce beso. 

—Te amo, A-Yao. 

Jin Guangyao sonrió. —Te amo, A-Huan. —dijo. Y beso felizmente otra vez a Lan XiChen, solo que esta vez el beso fue más profundo y menos casto. Con más pasión y anhelo. 

Si Jin Guangyao podía decir algo con seguridad, es que le encantaba besar a Lan XiChen. Los labios del mayor tenían algo adictivo que le hacían imposible querer separarse de ellos. Eran como una droga, y a Jian Guangyao le encantaba. 

Quería más. 

Mucho más.. 

Pero Lan XiChen se apartó antes de que Jin Guangyao lo reclamará. 

—Es mejor que vayamos a dormir. Casi son las nueve, te llevaré a tu dormitorio. 

Jin Guangyao puso mala cara. 

—¿Ya te quieres deshacer de mi? —fingió indignación. — Apenas si te he visto en todo el día, y quisiera aprovechar este tiempo al máximo. —acarició el pecho del mayor, seductoramente. — sabes, hay bastantes "actividades" que podríamos hacer… 

Lan XiChen suspiro pesadamente. Su respiración se tornó lenta, y llena de tensión.  Cerró los ojos con pesadez. Sólo después de fuertes inhalaciones, fue que abrió los ojos, apartandosé del menor, mirándolo con cariño y una mirada de disculpa. 

—Sabes que lo que más valoro y atesoro es nuestro tiempo juntos. Pero ahora que he salido oficialmente de la reclusión, tengo que ponerme al corriente con los deberes de la Secta. 
Al menos con eso, le doy una excusa menos a los ancianos para que se metan con nosotros, y nos dejen en paz. —beso la frente del menor con cariño. — fue una bendición que nos permitiéran comprometernos sin protestar, pero no tentemos a la suerte, A-Yao.