-Adexe, no puedes quedarte encerrado en tu habitación para siempre.Suspiré tapando mi cabeza con una almohada.
-Déjame Nau. -Dije flojamente-
-Salgamos a dar una vuelta.
-No, gracias
Nau suspiró.
-Te invito a un batido ¿Si? -Dijo mi hermano quitando la almohada de mi rostro- Solo será un rato Adexe, tomar un poco el aire no te matará.
No tenía ganas de salir, pero aún así lo hice.
Y un tiempo después ya me encontraba sentado delante de un batido de chocolate mientras conversaba no muy animadamente con mi hermano.
-Hola Adexe.
Un nudo se formó en mi estómago al oír aquella voz.
Nora. La hermana de Venus.
-Hola Nora. -Dijo amablemente mi hermano-
Ella le sonrió para seguidamente mirarme.
-Siento mucho todo lo que está pasando Adexe.
Intente sonreírle pero más bien fue una mueca.
-No es culpa tuya.
-Lo sé. Pero aún así, esto también debe ser difícil para ti.
-Lo es.
Nora sonrió tristemente, al igual que Nau.
En ese momento quería desaparecer, que la tierra me tragara y me escupiera en mi cama. Donde podía llorar hasta quedarme dormido.
-Tengo que irme, intentaré hablar con mi hermana. -Dijo Nora poniendo una mano en mi hombro en forma de apoyo-
-Gracias. -Hable soltando un pequeño suspiro-
Realmente esperaba que todo esto acabará pronto.