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Años atrás...

El matrimonio del único heredero de los Park, era todo un espectáculo y más con lo hermosa que era su ahora esposa Su-Ji. Muchas envidiaban a Su-Ji porque tenía completamente enamorado a Park DoHyun, estaban seguras de que él cumplía todos los caprichos de la recién casada y no se equivocaban, pues para DoHyun, su esposa era la persona más noble y amorosa que pudo conocer... cuan cegado estaba.

A pesar, de que Yung-Hee no le daba buena espina su actual nuera, no podía hacer nada, ya que su hijo se veía realmente feliz. Luego de 2 años de matrimonio "estable", no era de esperar que Yung-Hee se comenzara a dar cuenta de las constantes salidas de su querida nuera.

—Hola — hizo una reverencia el empleado a la clienta muy hermosa que había entrado —, ¿desea pedir algo?

Su-Ji examinó de pies a cabeza al apuesto chico que se encontraba delante de ella — Si, un frapuccino, por favor — sonrió y esto puso nervioso al joven.

—D-de inmediato — tartamudeó y tropezándose con sus propios pies se alejó.

—Vaya, no creí que existirían tipos tan apuestos en esta pocilga — miró su anillo de boda y se le ocurrió una buena idea para atraer a ese chico.

Cuando regresó, ella comenzó a llorar mirando su anillo —¿Se encuentra bien? — Su-Ji negó y el chico se sentó frente a ella, preocupado por la "pobre" damisela.

—Mi matrimonio... ya no puedo con eso — sollozó —, mi esposo me engaña, no se que hacer — digno de un premio a mejor actriz, Su-Ji desempeñó su mejor papel de víctima.

—Disculpe, pero su esposo es un tonto al querer engañar a una mujer como usted — con valentía acercó sus dedos y limpió las lágrimas que caían por sus mejillas —. Si yo fuera su esposo, la trataría como una reina.

Y así comenzó su nuevo amorío, pasó unos 2 meses aproximadamente cuando se dio cuenta que el metido secretario Oh seguía sus pasos.

—Ha-Joon necesitas esconderte, si ellos se enteran de nuestro amor, podrían hacer cualquier cosa — dijo fingiendo temor, le entregó un fajo de billetes —. Vete de Seúl y yo te contactaré cuando todo esto pase.

—¿Qué? No planeo irme sin ti — tomó su mano —, huyamos y vivamos juntos sin miedo a los demás.

Ella negó inmediatamente, no perdería sus millones por un tipo que le gustaba — Mi esposo no quiere darme el divorcio, él es capaz de arruinar a mi familia, por favor, has lo que te pido.

Luego de muchas insistencias, Ha-Joon aceptó y como despedida, esa noche la pasaron juntos compartiendo su amor.

*Al día siguiente*

—Nuera, ¿cómo es que apareces al siguiente día? — cuestionó Yung-Hee al verla entrar a la mansión Park.

—Lo que pasa es que no medí la hora con mis amigas y decidí quedarme con una de ellas — respondió sin rastro de nervios —. Si me disculpa, tengo que darme una ducha — hizo una reverencia y se retiró.

—Secretario Oh, ¿encontró algo? — preguntó una vez que ella se retiró.

—Cho Ha-Joon desapareció, señor — se inclinó —. Por favor, discúlpeme.

—¿Cómo es que no hay rastro de él?

—Es como si se le hubiera tragado la tierra, lo lamento, señor.

—No importa, supongo que con eso dejará de deshonrar el apellido Park.

Esa noche...

DoHyun llegó tarde a la mansión, estaba cansado, pero tan solo en pensar que su esposa le esperaba, hacía que todo desaparezca.

Unidos por un arreglo - 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora