Ramo de Flores

Prólogo

¿Qué debería hacer?

Unas flores habían llegado a su oficina y estaba muy feliz por eso. Tal vez debería sentirse culpable por tal felicidad pero decidió desechar aquella idea ya que el arreglo era hermoso, por lo tanto le pidió a Historia que las pusiera en un florero y las dejara en su escritorio.

— Son muy hermosas, violetas nuevamente.– Historia habló mientras caminaba hacia Eren con las flores ya en el florero– ¿En serio no sabes de quién podrían ser?.

Historia dejaba las flores en el escritorio y Eren se inclinó en su silla hasta llegar a la posición adecuada para poder apreciarlas mejor.

– No lo sé y no quiero saberlo, me hace feliz y me evito problemas de esta manera.– levantó su vista y le sonrió.– Es mejor ya que soy un hombre casado.

– Es verdad.– dijo Historia pensativa – Pero de cualquier manera Levi no es el mejor hombre del mundo, por lo que no estaría mal conocer a la persona misteriosa.– levantó las  cejas de forma pícara mientras decía esto.

–Bueno... Puede que no sea el más romántico de todos, pero soy feliz con él de esa manera, nuestro matrimonio es perfecto de esta manera y de cualquier forma no podría hacerle eso a Levi, estamos bien así– terminó por decir de una manera no tan convincente.

–Eren... ambos sabemos que no te gusta que Levi no te de cariño, eres más amoroso de lo que pareces y aunque su matrimonio haya sido por conveniencia no debería ser de esa manera.– la rubia dijo en un tono de preocupación.

– Es así, pero no es para engañarle– sonrió él castaño y se levantó para acariciar la cabeza de su pequeña amiga y secretaria. – Gracias por preocuparte por mí Historia, pero las cosas son así y en cuánto al admirador secreto...– suspiró.– Prefiero mantenerlo en misterio para no hacerme o hacerle daño, me hace felíz y está bien que lo haga, pero por esa misma razón no quiero arruinar este pequeño pedazo de felicidad que tengo en medio de este matrimonio aburrido que llevo.– Eren retiro su mano de la cabeza de su pequeña amiga.

Suspiraron al mismo tiempo, Historia se retiró en cuanto escuchó que una llamada estaba entrando lo que le dió tiempo a Eren para sentarse y relajarse, para así olvidar el asunto de su matrimonio y de aquel admirador secreto.

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Entró a su casa y vió las luces encendidas, por lo que supuso que Levi se encontraba dentro.

– Ya vine.– gritó en la entrada

– Bienvenido.– Levi respondió con su tono monótono de siempre, supuso que estaba en su estudio porque su voz se escuchaba desde ahí, así que camino hasta allá.

– ¿Quieres cenar?.– fue lo que pregunto cuando llegó hasta la entrada de dónde su esposo se encontraba.

Lo vio concentrado en algunos documentos, Levi era muy dedicado al trabajo, trabajaban en distintos pisos y en secciones diferentes por lo que era muy difícil encontrarse, pero sabía por muchos rumores y de experiencia propia que el hombre hacia un muy buen trabajo.

Levi levantó la vista de los documentos y observo un momento a Eren para luego asentir. El menor lo vió y sabía que es lo que le gustaba para cenar, así que se dirigió a la cocina para preparar una lasaña.

Mientras partía algunos tomates para la ensalada, empezó a recordar las flores que recibía desde hace unos once meses, las recibía casi todos los viernes. Recordó lo que Historia le dijo pero sabía que era inadecuado pensar de esa manera y más porque probablemente conocía a esa persona de alguna parte y todos sabían que el estaba casado con Levi, él presidente de la compañía.

El pensar en todo esto le hizo dudar si Levi sabía algo de las flores que recibía, era su esposo después de todo, probablemente alguien de la oficina le habría dicho algo, eso o algunos rumores.

Centrarse tanto en sus pensamientos hizo que se cortará y soltará un pequeño grito.

Escuchó como Levi se acercaba a la cocina.

–¿Estás bien?.– preguntó Levi con un tono de preocupación.

– Ah... Sí, solamente me corté un poco, nada grave.– dijo mientras se dirigía al lavaplatos para lavarse la herida.– ¿Puedes pasarme las curitas que están en el botiquín? Por favor.–

Levi asintió y camino hasta la alacena en la que se encontraba el botiquín, para así sacar la curita y llevarla donde Eren estaba.

–Eren, déjame ver eso– le pidió el mayor, a lo que hizo caso y acerco su dedo con la pequeña cortadura para que esté la viera de manera adecuada. – Por Dios, debes prestar más atención a lo que haces mocoso.– Eren asintió y quiso aprovechar que Levi le ponía la curita para alimentar su curiosidad.

– Oye Levi... No te ha llegado un rumor sobre flores o algo parecido...– Eren no podía ser menos evidente, pero no sabía de qué otra manera preguntar.

Levi lo observo extrañado y lo vio fijo durante unos segundos para después negar y volver a lo que hacía con su dedo.

–¿Qué rumor podría ser ese?, A veces haces preguntas muy extrañas.– se alejo un poco después de acabar con lo que hacía. –mejor comamos– fue lo único que dijo para después ayudar a poner la mesa.

Decidieron comer la ensalada sin tantos tomates, pero aún así la comida sabía bien. La mesa estaba en silencio como la mayor parte de los momentos que compartían juntos.

–Eren– habló repentinamente Levi, lo que hizo que Eren levantará la vista. – mañana volverán unos socios y como matrimonio necesito que vayamos juntos a verlos. Los conoces muy bien, son Erwin y Farlan.–

Eren se tenso un poco ante la mención de ese nombre.

–Es verdad, ambos me caen bien.– comentó con un poco de nerviosismo y Levi asintió.

– Me alegró, porque cenaremos con ellos, han estado fuera durante estos últimos tres años por lo que puede que no sepan de nuestro matrimonio, así que les haremos saber mañana.– tomó un poco de vino y luego volvió su vista al menor dudando un poco si llevarlo.

Eren no podía evitar sentirse emocionado, Farlan era un amigo muy bueno y siempre estaba en contacto con él, pero no podría decirle a Levi que seguía en contacto con su ex y que era su amigo, después de todo su esposo ni siquiera sabía que él y Farlan tenían una historia.