El sujeto me sonrió, estirando sus delgados labios rosados y alzó la mano para saludarme.
-Hola -musitó, bañando al español con un matiz inimitable de italiano.
Sujeté su mano, respondiendo el saludo y le devolví la sonrisa a sabiendas de que la mía parecería turbia.
Como no hablé para nada, Gaspar, volvió a la plática con Harry.
-Neanche parla spagnolo? -le preguntó, confundido.
Harry soltó una carcajada que al instante supo contraer.
-Penso che odia questi luoghi, man no te la prendere personale -le dijo él, con amabilidad-. Beh, è meglio andare -el pesar en el rostro de Harry apareció de repente.
Al menos podía estudiar sus expresiones sino entendía nada de lo que hablaban.
-Ma se siete appena arrivati! -parloteó el sujeto tras la barra.
-Sì, ma fretta -una mueca se dibujó en el rostro de Harry.
-Okay, okay. Saluto Sharon.
-Chiaro -Harry sonrió, fugaz.
-Hasta pronto, ______. Me dio mucho gusto conocerte -me dijo con su acento italiano, distorsionando un poco el español.
-Adiós, Gaspar -musité, tímida.
-Arriverdeci -dijo, Harry, despidiéndose con el movimiento de mano también.
-Arriverdeci, Harrey -dijo él.
Harry me tomó de la cintura y el tacto cálido de su mano sobre mi cuerpo, llegaba incluso a través de la ropa. La piel se me erizó, como si una lombriz de electricidad me recorriera el cuerpo.
Me sacó de aquel lugar y pude respirar el aire fresco una vez que estaba afuera. Aquel respiro me hizo pensar en Sharon. Me sobresalté.
-¿Qué hora es? -le pregunté a Harry.
Sacó su celular y miró la pantalla del mismo.
-Las ocho con cuatro -contestó, como si nada.
-¡Sharon ya está en casa!
-Conduciré rápido -dijo.
¿Esa era su respuesta? ¿Acaso me sentía más culpable yo que él? ¿Él se sentiría culpable al menos? Las preguntas revolotearon en mi cabeza con voz propia, mientras me esforzaba a mandarlas todas al rincón de mi mente. Callándolas.
Subí a la Hybrid de Harry cuando este me abrió la puerta. El tiempo se me acababa; había pasado un buen rato con él, sin embargo para mí pareció sólo la prolongación de lo que dura un suspiro y ahora iba a ponerle final al día, a mi tarde con él.
Condujo hasta el departamento de Sharon, y en el camino casi no hablamos debido a que mi cabeza se encontraba hundida en pensamientos, buscando alguna manera de explicar la situación. Situación que a Harry parecía no preocuparle.
Cuando llegamos y él estacionó frente al edificio, me congelé en el asiento por que aun no tenía el pretexto ideal para decirle a Sharon. Hoy era una de esas noches en las que la cabeza no me daba para más, más que para sostener el cabello.
El rugido del motor se detuvo y el silencio se produjo la instante.
-Listo, subamos rápido -dijo, Harry, satisfecho del tiempo que había tardado en llegar. ¿Veinte minutos se le hacía poco?
-Espera-le sujeté del brazo antes de que bajara.
Me miró, intrigado.
-¿Qué vamos a decirle? -pregunté.
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Manual de lo Prohibido
FanfictionUna linda joven fotógrafa viaja a Venecia para tratar de olvidar y reparar su corazón, pero algo inesperado pasa, ella se enamora del novio de su mejor amiga y con el paso de del tiempo él llega a enamorarse también de ella. Pero... ¿cómo defender s...