I capítulo
Primer olvido.Melanie, una chica con mucho que ofrecer: Deportista, inteligente y curvilínea.
Gran amiga y consejera, aparte de ser bastante respetada por grados mayores y menores que ella.Si,se dice que aquella pelirroja no era virgen. Pffft, no podían estar más equivocados. Ella era...,pues..¡Melanie! Aquella chica virginal y buena moza, tan ingenua, que llegaba a ser un pecado, tan linda, que era envidiada por la misma Afrodita y tan audaz cómo si de un animal Silvestre se tratrase.
No, no era la envidia de todas porque la chica ni presumía, tal así, que era bastante ingenua, a tal grado que, su corazón lo habían tocado muchos, pero éstos, no recuerdan cómo no se quedaron para siempre.
La razón era simple.
Alguien ya estaba, y no tenía intenciones de irse. No hasta destrozar el débil corazón de la jovencita de pecas.
Oh, ¿Quién era el joven tan desalmado que quería romperle en millones de pedazos el corazón, a nuestra dulce Melanie?
¿Quién más?
Que su propio vecino.
Oh, Melanie.
¿Por qué te enamoraste de aquella alma en desgracia? ¿Acaso eres tan ciega, para no ver que quiere ahogarte en penurias y dejarte morir? O ¿Tan enamorada estás y te bloqueas a la triste realidad?El no era mucho en realidad, es más, era un maldito celoso, un patán y un mujeriego. Llegaba a ser irónico pero solo una chica quedó en su corazón, sin embargo, no es quién ustedes creen, no.
Aún así, Valentín quería que el corazón de la pelirroja con pecas, fuera suyo, tenerlo para el y solo para el, un premio para decirle a sus amigos: "Hey, ¡Me f*llé a la idiota de Melanie!" Y que esto se rían con el. Y si no lo hacían, ¡no importa! Qué más da, el lo hizo y era suficiente para sentirse el mejor chico del mundo.
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Volviendo con nuestra protagonista, en está historia en dónde todo puede pasar, se estaba preparando para ir a la preparatoria con el tiempo pisándole los talones, no es como si fuera tarde, pero le gustaba correr en las frías mañanas. Una hermosa manera de apreciar la naturaleza junto a un amanecer.
Tras ellos, iba con una vestimenta deportiva, para no dejar sucio su uniforme, con ello, comienza a correr e ir saludando a cada persona con que se le cruza, sin embargo, tuvo que acelerar el paso, al ver que un chico estaba por ser atropellado, ya que este no había visto la luz roja para los peatones por estar viendo el teléfono, dicho y hecho, la pelirroja se lanza contra aquel chico y cruzan miradas, tales cómo de película, quedando en una burbuja, a lo que, quién la rompe, es el de cabellos grises.
-Ehh..¿Qué estás haciendo..?- Dijo, totalmente desconcentrado.
Por lo que, la chica se hizo hacia un lado, nerviosa por ello.
- ¡E-Estuviste a punto de que te atropellaran!-Exclamó al ver las expresiones neutrales del chico.
-Ah...¿Y acaso te pedí ayuda para que me salvaras?- Encarnó una ceja, mientras seguía viendo a la de pecas, la cuál frunció el ceño, un poco molesta por tal respuesta.
- ¡P-pero!
-No te metas dónde no te llaman, perdedora.- Con aquellas palabras dichas, el jovencito se levanta, acomoda sus ropas y se dispone a partir, mientras que, Melanie,quedaba allí, sin creer lo que sucedía..
¿Y este tipo quién se cree?
¡¿Estuvo a punto de morir y así me lo agradece?!Tras ya unos minutos en el suelo, reflexionando velozmente sobre lo que acababa de suceder, la chica se levanta, seguida de un tambaleo y una fuerte punzada en su tobillo, ya que al parecer, se había hecho un esguince en el pie derecho, junto con esto, da un bufido de exasperación y se debate mentalmente si es lo mejor ir al instituto, o regresar a su hogar.
-Ya que..., no puedo permitirme faltar, podrían pasar materia importante y no estaría avisando a mis padres, es mejor ir. ¡Si! ¡Un pequeño y molesto dolor no arruinará mi día!- Dijo para si misma, optando finalmente en ir a la "casa de los estudios", cómo decía alguna que otra vez su querida madre.
Tras concurridos unos largos minutos, había llegado, agonizante, al instituto, con la agradable sorpresa que, sus mejores amigos, los esperaban en la entrada de aquel edificio al cual entraban los estudiantes.
Aún estando bastante exhausta, pudo esbozar una amplia y espléndida sonrisa que se las dedicaba exclusivamente a sus queridos amigos.
-¡Chicos! ¡Aquí!- Expresó Melanie con efusividad, logrando captar la atención de la chica y el chico, además de algunas otras miradas, que resoplaban admiración y que otros sentimientos escondidos más.
-¡Mel! ¡Con que al fin llegas! Ya creíamos que habías ingresado sin nosotros- Dijo Pipper, una castaña con tonos de piel acaramelados y suaves ondulaciones en el cabello, dándole aires de una hermosa diosa, no obstante, era una bromista de primera, ganándose al menos, dos suspensiones ya que sus "pequeñas e inocentes bromas", se habían pasado de los limites que el instituto aceptaba. Cabe recalcar, que es la hija de unos de los mejores profesores que tiene tal infraestructura, por ellos son tan importantes esas faltas.
-Lo siento, tuve un ligero retraso...-Suspiró al terminar la frase, para luego posar su mirada en el chico de cabellos azabaches, el cuál le sonreía con amabilidad, que caminaba hasta su lado y recargaba el peso de la de pecas en el.- N-no es necesario..!
- Se nota en tus facciones, Mel, debes de tener más cuidado..- Dijo con voz suave, lo cuál provocaba que tuviera una ligera corriente eléctrica la de cabellos pelirrojos.
-¿De que hablan, chicos..?- Pronunció la castaña, sin darse cuenta del estado de Melanie.
- Pues, querida y tonta Pipper, nuestra linda Mel se dobló el tobillo, ¿qué acaso no te diste cuenta cómo cojeaba cuando venía hacía nosotros?- Dijo el chico, notando ciertas observaciones, mientras miraba con un toque de burla en sus ojos a la de tonos caramelo.
-¡Oh, Melanie! ¡Eres una distraída de primera!- Gritó Pipper, ganándose miradas de algunas personas que pasaban por allí, además de una sonrisa avergonzada de la pelirroja.
Con ello, comenzaron a caminar con lentitud, adentrándose en el instituto y hablando sobre lo que había ocurrido.
Ya cuando habían llegado a sus respectivos casilleros, dejaron sus mochilas y ambos amigos se ofrecieron a llevar a enfermería a la de pecas, no obstante, la chica se negó, restandole importancia y dando las mismas explicaciones que se había planteado ella sola cuando iba de camino al destino en el que se encontraba.
-De igual manera, gracias chicos, son los mejores..-Dijo con un toque de dulzura en sus palabras, logrando que sus amigos se resignaran y cada uno se empezará a despedir ya que habían tocado la campana y aún Melanie debía de cambiarse su ropa deportiva a su uniforme.
-Bien, ve con cuidado, ¡adiós a ambos! -Expresó la morena, desapareciendo de la vista de la chica y el chico.
-Yo igual debo de irme, Mel, comenzará mi clase de historia y sabes que el profesor es un ogro cuando llegamos tarde a sus clases.- Esbozó una sonrisa al escuchar cómo la fémina reía ante su comentario.
-Está bien, qué te vaya bien...
Valentín.

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Un Amor En El Olvido
Ficção AdolescenteAy,adolescencia. Una época amada por unos y odiadas por otros,nuevas amistades,noviazgos, estrés,entre otras cosas. En esta ocasión, Melanie, se escontraba con su novio-mejor amigo, Valentín. La pareja era un ejemplo a seguir,muy populares por aque...