VI

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A la menor le tomó por sorpresa lo acelerada que estaba su novia, aunque podía entender bien el porqué. Joohyun la había amado desde un comienzo, desde el primer momento al igual que ella. La vio crecer, esperó por ella hasta que fuera aceptable el desearla sexualmente. Y ahora que con los años se había vuelto tan atractiva al desarrollar un físico tan estupendo, era difícil no sentirse tentada. Ella misma a veces no podía quitar los ojos de la mayor al estar juntas en el gimnasio, por suerte nadie se había dado cuenta de eso. Le encantaba como sus músculos se acentuaban con el ejercicio, como el sudor le hacía lucir como si estuviese resplandeciendo en lugar de ser una vista poco placentera. Para ella era como ver una entidad etérea que recientemente había descendido de los cielos. Su corazón era débil ante la más bajita, aún cuando no tenía un físico que llamara tanto la atención por sus curvas, como el suyo. Para ella era lo más atractivo que sus ojos hubiesen visto y todo lo demás no le importaba. Simplemente Joohyun era todo lo que Kang quería, todo lo que deseaba sentir, tocar, acariciar y amar profusamente.

En cuanto ambas se adentraron a la habitación, Seulgi colocó uno de sus vinilos favoritos en su tocadiscos para crear un ambiente más grato que el frío silencio de la noche, siempre había tenido gustos muy a la antigua y por supuesto, como todo en ella Joohyun pensaba que era linda por eso. Sin hacerse esperar decidió comenzar a quitarse su ropa poco a poco frente a la mayor quien se sorprendió al ver que estaba usando lencería con encaje

   -   Wow...

   -   ¿Te gusta? ¿Me veo sexy?

Le preguntó mientras se acercaba a ella para ayudarle a quitarse su ropa, a lo que Joohyun entró en razón sacudiendo su cabeza. A pesar de que la había visto antes al desnudo, aún le era difícil acostumbrarse y no quedar estupefacta ante tal devastador físico. Sin embargo al encontrarse su mirada con el rostro de la menor no pudo evitar soltar una leve risita, increíblemente a pesar de tener ese físico Seulgi seguía teniendo esa cara inocente, con sus preciosas mejillas regordetas y su cálida sonrisa, lo único seductor en ese rostro era la forma de sus ojos, pero aún así, con sólo sonreír se volvían también adorables, puesto que era de ese tipo de personas que sonríen con los ojos, razón por la cual a Bae le encantaba tanto su sonrisa. 

   -   Eres demasiado tierna para ese tipo de ropa, estoy acostumbrada a verte en esas bragitas con estampado de osos, pero sí, aún así te ves sexy.

Seulgi entonces sonrió dulcemente y le dio un suave beso en los labios a la mayor, decidiendo acariciar sus brazos al notar que estaba algo tensa. Pensaba que al ser su primera vez Joohyun estaba nerviosa, pero en realidad sólo estaba aturdida por lo atractiva que llegaba a ser Kang. Sin embargo aquel gesto tan delicado, lleno de preocupación y el afecto más puro había vuelto su corazón un desastre de latidos efusivos. Nunca se había sentido tan fuertemente atacada por la dualidad de la menor, en la cual podía ser el ser más atractivo que existía en todo el basto mundo y a la vez, el más tierno y dulce. 

   -   ¿Cómo quieres que te vea sexy si eres tan adorable?

Entonces mientras quitaban la blusa de Joohyun del paso la menor hizo un puchero

   -   ¿No me encuentras atractiva?

   -   ¿Es broma? Con ese cuerpo es imposible no sentir un inmenso deseo, llega a ser estresante lo bien que puedes llevar ambas imágenes tan bien y ¿Sabes? Que seas tan increíblemente tierna solo me hace desearte más.

Seulgi entonces se sonrojó ligeramente pero eso no detuvo sus manos de acariciar el cuerpo de la mayor mientras le iba quitando sus shorts. Le fascinaba la suavidad de su tersa y blanquecina piel. Sus labios volvieron a encontrarse en un apasionado beso, uniendo sus lenguas al acariciar estas la una contra la otra, provocando aún más tensión entre ambas para que luego los labios de la más alta bajaran por su mejilla hasta la quijada, cuello y finalmente clavícula de su novia. Allí se atrevió a lamer su tentadora y hermosa piel que parecía tenerla en un trance tan solo por tocarla. A la par desabrochó sus sostenes para quitarlos del paso y entonces acarició con sus manos cálidas cada uno de sus pechos, aquella sensación era incluso más fascinante, lo blandos y delicados que eran, tan bellos que también se vio tentada a besar cada uno de ellos para luego proseguir bajando con sus besos por su cuerpo ahora derribando este sobre la cama, ya no podía seguir con el juego de tentarla porque estaba tan desesperada que quería sentirla de una vez y por todas.

Kang le quitó su última prenda de vestir al igual que se quitó sus propias bragas, entonces sin resistirse más acomodó sus piernas entre las de Joohyun y comenzó a frotar sus intimidades con gran intensidad. Aquella sensación de humedad y de un inmenso placer al rozar sus clítoris uno con el otro por cada movimiento era muchísimo más grata de lo que jamás se habrían imaginado. La pobre Irene no podía controlar sus gemidos por lo deliciosa que era esa sensación y aquella estupenda vista del cuerpo de su amada moviéndose contra suyo buscando placer. Finalmente cerró sus ojos dejándose llevar por las emociones e imitó el ritmo de su amada como podía en la desesperación. Había estado tanto tiempo lujuriosa que en poco tiempo había alcanzado el orgasmo y Seulgi estaba en condiciones similares a las suyas, por lo que al oírle gemir con tal desesperación y agudeza decidió cambió de posición para provocar nuevas sensaciones en su amada, por lo que colocó sus labios sobre los íntimos de la mayor, besando estos delicadamente para luego pasear su lengua sobre estos y finalmente adentrarse directo por su vagina. Aquel nuevo sentimiento no solo hizo que Joohyun se estremeciera, también le hizo gemir en un tono más agudo y placentero a los oídos de la menor, por lo que continuó recorriendo aquella zona que pronto recubrió su lengua de fluidos mientras le provocaba un intenso placer. Joohyun aprovechó que la más alta se había colocado del revés con lo que podía ver sus partes íntimas frente a su rostro, por lo cual ingresó sus dedos índice y anular en la cavidad íntima de su atractiva novia quien al sentir aquello por un momento detuvo su lengua para poder mover su pelvis contra los dedos de la mayor y así poder sentirlos con mayor intensidad dentro suyo. Incluso llegando a cerrar sus ojos disfrutando de aquella deliciosa sensación en su zona íntima.

El ritmo de la música se veía acompañado por sus constantes jadeos, gemidos, sonidos húmedos emitidos por sus fluidos y los fuertes latidos de sus corazones que resonaban en sus oídos como si estuviesen haciendo una actividad física exhaustiva. Sus cuerpos resplandecían bajo la luz de la luna por aquella delgada capa de sudor que los recubrían, evidencia del disfrute de ambas ante tal apasionada velada.

Aquella noche ambas habían disfrutado en demasía lo que tanto habían soñado, esa enorme tensión sexual que se había acumulado entre ambas a través de los años finalmente había sido liberada para el goce de ambas quienes ahora se regocijaban tras aquellas estupendas horas de pasión nocturnas.

De ahora en adelante las cosas al fin se darían con mayor naturalidad y comodidad para ambas, sus corazones sentían un gran alivio y serenidad. Al fin habían concretado dar el siguiente paso para ser felices juntas.

Sin embargo, aún había algo que carcomía la conciencia del adorable osito.

Seulgi sabía que en algún momento debería decirle a su adorada novia que le había mentido para irse a vivir con ella. Pero no sabía cómo. 

Tóxica | SeulReneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora