Nos acabábamos de mudar a Santiago, y no se parecía nada al lugar de donde yo venía, era feo y había mucho ruido, pero la gente era amigable (al menos la mayoría) y nos señalaron el camino hacia nuestra nueva casa.
La casa era bellísima, era blanca y tenía unos ventanales enormes, me la había imaginado distinta, (fea, como Santiago).
Acabábamos de desempacar algunas cosas y como recompensa a nuestro esfuerzo mi madre pidió pizza para almorzar.
Era verdad lo que la gente decía sobre la pizza de Santiago, eran horrendas, pero eran aceptables en ocasiones como esta.
Después de comer, desempacamos unas pocas cosas.
Ya era entrada la noche, así que íbamos a acomodar el sofá y la tele para ver una película, pero sonó el celular de mi padre y se tuvo que ir al trabajo. Mi madre noto mi tristeza (tanto ella como yo sabiamos cómo era el trabajo de papá, sabiamos que debía salir en cuanto lo llamaran y por eso muchos de nuestros panoramas familiares se arruinaban y quedaban como panoramas madre e hija), así que, para animarme, pedimos otra pizza e hicimos una maraton de películas de terror juntas.
Mi madre sabe que me encantan ese tipo de películas, pero a ella no le gustan tanto porque según ella le dan miedo (lo cual es absurdo porque están echas para que den miedo), creo que de ahí va la idea de quedarse dormiendo en el sofá (conmigo).
Me desperté primero que mi madre asi que decidí calentar un trozo de pizza en el microondas (que tuve que desempacar).
El ruido que hice despertó a mi mamá, que, con cara somnolienta, fue a darme los buenos días.
- Buenos días hija!!! - dice ella con la alegría de siempre.
- Hola mamá
- ¿Que estas comiendo? - Me pregunta con una cara de intriga pero alivio a la vez al ver que solo era pizza.
- Es solo un pedazo de pizza que me dio una fea bruja y aseguró que estaba envenenada - Bromeé yo para asustarla.
- No me vengas con huevadas hija, eso no se dice - me reprocha ella.
Me encojo de hombros y subo a mi nuevo cuarto.
Tuve que subir 2 pisos para llegar al cuarto, en el trayecto mientras subía di un traspié y me caí, traté de no hacer mucho ruido al levantarme para que mi madre no se enterara de mi caída.
Al final, no se percató de mi caída.
Mi cuarto era muy grande, y lindo, quedaba en lo que podríamos llamar ático de la casa, por lo cual era muy espacioso, tenía un baño (en el cual había una bañera, un retrete y un lavamanos), una ventana y una pequeña puertita de madera (de la cual nadie se ha percatado excepto yo) que da al techo.
Decidí bajar y ayudarle a mi madre a desempacar algunas cosas importantes, como las camas los muebles y demás.
Desempacamos las camas, obviamente venían desarmadas, así que mi madre me ayudó a llevar las piezas a mi cuarto para armar mi cama.
Estubimos un buen rato desempacando cosas y tratando de acomodarlas bien, hasta que llego mi padre del trabajo con el almuerzo.
- Hola familia, traje comida china para almor... - no pudo terminar la frase por que mi madre lo interrumpió con un beso.
- Estuvimos desempacando algunas cosas - dijo ella.
- Y estamos muertas de hambre. - Dije por decir algo.
- Bueno, ordenaré la mesa para poder comer. - dice el viendo lo agotadas que estábamos.
❤️ Bueno, este a sido el primer capítulo de esta horrenda historia y espero les haya gustado. :-[
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Trataré de subir otro capitulo cuando esté aburrida (así que creo que será muy pronto).
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Muchas gracias por darse el tiempo de leer mi historia ❤️
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* Inserte Nombre De Novela Homosexual *
Teen Fiction"Mi vida siempre a sido fácil, tengo buenos amigos, unos padres maravillosos y todo aquello que cualquier chica querría tener. Pero me he visto obligada a cambiarme de ciudad por una oferta de trabajo para mi padre. Es difícil dejar todo eso, pero...