Instituto de dioses

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En un día nublado kris se encontraba en el aula de clase, en el bloque 11-A

Llevaba largos minutos escuchando la catedra del profesor de humanidades, el viejo rick un señor de edad que aún le entusiasma trabajar, compartir con estudiantes y hacerle ver que están en una universidad prestigiosa y reconocida en el país, sus palabras trasmitían amor por la institución y cariño por ella.

A kris le parecía que entre esas muchas palabras bonitas y bien maquilladas escondía una sutil forma de adoctrinamiento por el campus, es más el sentía que todas esas cosas tenían un fin, amar y respetar la u, sabiendo que si se meten con el sentido de la pertenencia y el amor muchos de ellos no abandonarían la universidad aún que tuvieran oportunidades en otras y mejor institución.

Este viejito sabía cómo meterles sus machas a las personas, con su rostro carismático y chistes o bromas él se ganaba el cariño de todos los que pasan por su aula.

Kris observa a su alrededor con torpeza, el sueño le jugaba una mala partida, y veía muchas miradas inertes clavadas en las explicaciones catedráticas del docente y se preguntaba, ¿esto es necesario?

¿Esto es lo que tanto esperaba, una cátedra de historia de cómo se formó la universidad y sus raíces?

Empezó a entender que esto es un juego, un juego de doctrinas ideológicas, saben que muchos de esos jóvenes tienen potencial y que algunos de ellos quizás serán parte del comité de los iluminados, y con esa misma mentalidad defenderán la universidad a capa y espada, un juego de ajedrez se vivía en vida con todo lo que sucedía, posteriormente las demás clases se acercaban a lo que él esperaba, para lo que el vino, que le enseñaran a cómo sobrevivir en este mundo teniendo conocimiento de mi entorno y como aplicarlo, porque en realidad sus intenciones eran muy nobles, salir adelante y tener una buena vida en este mundo llamado "vida" la que te golpea y sin embargo te debes de parar y seguir luchando y con suerte conseguirás lo que quieres.

Culminando la clase, kris se encontraba soñoliento y necesitaba energía para seguir la doble jornada, con un grupo de compañeros fueron a la cafetería y entre risas y bromas el recuperaba el aliento, se percató que era hora de almorzar, y como buen samaritano trajo su comida, la comida de la señora Carmen, el no cambia la comida de su madre por nada de este mundo, mientras los demás hacían hilera para elegir lo que ofrecía en el bufet, un interminable mesón que se contemplaba de todo tipo de carnes en diferentes presentaciones, dulces de olores y sabores fascinantes, sin embargo la terquedad de kris o su conformidad lo hacía escoger preferentemente la comida de la señora de la casa.

A mitad de la comida decidió husmear con su mirada alrededor, y ver a las demás personas, con una mirada de curiosidad se percató que las barreras invisibles se hacían notar, los de cada facultad y programas compartían con su misma gente, uno que otro se encontraba en grupos de otras carreras u otras facultad, esto parecía una selva de cemento, todo esta gente demuestra de donde provienen sin tener lugar a la duda, no obstante se percató que al final de la cafetería estaba un iluminado, un prole hablando con una niña, no se podía ver del todo bien porque las alas ocultaba una porción de lo que es sus cuerpos.

Dijo con voz alta – ¿oigan, que creen que este haciendo el alado con la chica?

mau respondió – ¡parce será que se metió en algún problema! Miren el gesto la cara que tiene.

Verónica responde con tenacidad - estoy de acuerdo con mau, por la cara que tiene, es que miren como esta, no articula muy bien su boca, de cosa contesta.

Kris le responde tajante mente - parce no sé pero tengo curiosidad, de esos manes no es que me fío mucho, voy a ver

Se escuchó un susurro de todos – oye no seas entrometido, ven acá... ¡¡¡oye!!! Eyyyyyyy, no te han llamado en esa cuestión, ponte serio y ven...¡¡oye kriiii!!