Jadeos, risas maliciosas y sonidos nítidos de golpes, todo tipo de sonidos de acoso físico y verbal eran dirigidos hacia el niño tumbado en el suelo.
Los perpetradores de la golpiza solo estuvieron satisfechos y se detuvieron cuando la pobre víctima derramaba sangre por nariz y boca.
—¡Eso es lo que obtienes por pretender ser igual a nosotros!
—¡Así es, nosotros no nos juntamos con psicópatas!
—¡Míralo, aún tiene esa sonrisa asquerosa en el rostro!
La víctima yacía hecho bolita sobre su propio cuerpo, tenía los labios secos y rotos, era demasiado delgado y pequeño para alguien de su edad, los golpes propinados lo tenían sin poder respirar con normalidad, aún así, una sonrisa brillante colgaba en su rostro.
—Tsk, maldito cara de niña. Me das asco.
Los otros niños rieron, de acuerdo con aquellas palabras.
—Te dejamos ir fácilmente esta vez, pero la próxima no podrás ni arrastrarte de regreso al dormitorio. ¡Conoce tu lugar como nuestro tonto lacayo!
—Si te atreves a acusarnos, estás muerto.
El trío de abusadores sonrieron orgullosos por sus malvadas acciones y se giraron sobre sus pies, discutiendo sobre qué habría esa noche para la cena, ignorando por completo el hecho de que habían dejado a un niño sangrando en el suelo.
La víctima los observó a través de sus ojos rojos y empañados, sin embargo, el pequeño niño no lloró.
Estaba acostumbrado, esto ocurría casi todo el tiempo desde que llegó a la casa hogar.
Debido a los rumores sobre la situación familiar del niño, pronto todos empezaron a evitarlo. Tenía una personalidad muy débil e introvertida, incluso si alguien lo escupía en la cara jamás iba a reaccionar de mala forma, simplemente inclinaría la cabeza y recibiría con una sonrisa todas las piedras lanzadas hacia él.
Pequeño, delicado, tímido y con un rostro demasiado femenino, era el blanco perfecto para los abusivos.
Desde el principio fue difícil para él encajar, y desde que estos tres personajes decidieron que sería su blanco de agresiones, era imposible para él hacer amigos.
Desprotegido y lamentable.
Este niño era Cho Seungyoun.
Cho Seungyoun, quien no tenía otra opción que soportar los maltratos, ya fuera de parte de otros niños o de los trabajadores.
Pero...
Incluso si era difícil, no se iba a enojar.
Incluso si era difícil, no iba a llorar.
Incluso si era difícil, iba a sonreír.
Probablemente iba a tener este tipo de vida de ahora en adelante, por lo tanto intentaba no tomarlo a pecho y seguir adelante.
Probablemente no habría una sola persona en la tierra dispuesta a escucharlo y entenderlo.
Entonces solo tenía que soportar, incluso si es difícil.
Era el recién llegado después de todo, quizás iban a cansarse de atormentarlo una vez que llegara alguien más.
Debería estar bien, siempre y cuando sonriera.
***
Algunas semanas después de la golpiza, una noticia se esparció por todo el lugar.

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RAMÉ: Peach Blossoms for Seungyoun
FanficPorque estuviste todo este tiempo a mi lado, no tengo ningún arrepentimiento. Solo me hubiera gustado, una última vez, ver las flores contigo. 《Detalles》 RAMÉ: Flores de Durazno para Seungyoun. Los sucesos de esta historia se ubican antes del primer...