¿Que si dolía? Eso era poco.
Pedazos y más pedazos iba dando a Sol, quién con su luz brillante cegaba todo a su alrededor. Luna lo veía crecer mientras ella se desmoronaba, y a veces, durante las noches, se escondía tras las nubes tratando de sofocar aquella congoja que a su corazón aplastaba.
Amaba mirar aquella luz que la lastimaba, y Sol no hacía más que amar cómo lo amaban.
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overwhelmed
Poetryaunque sea sin gracia o sin belleza, escribir nos libera de lo que aprisiona nuestras almas defectuosas.