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-Hobbi,bebé...
El -en ese momento- rubio quiso apoyar una de sus manos sobre el.
-¡Dejame! ¡Por favor vete!
Se encogio mas en la cama,tratando de regular su respiracion.
-Sabes que lo hago por que te amo,entiende que eres mio.
-¡No! Yo no soy tuyo ni de nadie,deja de lastimarte...
La ultima frase fue un susurro,estaba cansado de eso.
Su cuerpo desnudo apenas tapado por la sabana sintio la fria brisa del ambiente.
Las lagrimas regresaron otra vez.
-Hoseok,ya hemos hablado de esto y no se te ocurra volver a levantarme la voz o te juro que te arrepentirás.
Y ahora si,su muslo siendo presionado lo hizo chillar.
-No de nuevo,por favor para.
-Te dejare por hoy,disfrute lo de hace un rato,te espero abajo para cenar Hobbi.
No respondio,tenia un nudo en la garganta.
-No te escucho.
No le quedaba de otra,el fuerte grito del hombre lo asusto.
-Si,papá.
Un hilo de voz fue lo que se oyo antes del sonido de la puerta cerrandose.
Otra dia mas de sufrimiento,otra vez llorar.
Se levanto para caminar como puedo hasta el baño,limpio su cuerpo ya que ni siquiera tenia tiempo para tomar un baño.
Tomo algo de ropa y ya listo bajo a la cocina,su padre estaba sentado en una silla de la gran mesa,auque solo fueran dos.
-Hijo,come.
Ho sólo miraba el plato,no tenia ganas de tragar ni un bocado.
Aunque ya estaba acostumbrado,queria llorar.
Queria escapar de esa maldita casa.
Donde en un tiempo fue un chico feliz junto a sus padres.
Y no,su madre no murió ni nada de eso.
Ella se fue,en busca de una mejor vida lejos de su violento esposo.
Pero decidió dejar a su único hijo,entregándolo al infierno.
Con aquel hombre.
-¿Acaso me estas ignorando,Hoseok?
Un golpe directo a la madera de la mesa se escuchó.
-N-no papá,lo lamento.
Tomó el tenedor y consumió parte de la cena rápidamente,sentía que se ahogaria pero tenia mucho miedo.
-Bien.
El hombre se levantó y encaminó paso hacia su habitación dejándolo solo.
Se desplomó sobre la mesa,estaba cansado de esto.
Cada día su paz terminaba al despertar.
Cuando las manos de su padre recorrían su piel sin ningún pudor.
La sensación de estar sucio lo invadía,solo era el juguete de ese hombre.
Lo odiaba,el se odiaba.
"Por favor,quiero irme de aquí..."
Pero no podía,ha pasado tanto tiempo de no ver el sol más allá de la pequeña ventana de su habitación.
Deseria que no tuviera rejas en ella,para poder salir.
Las lagrimas bajaban libres,no le importaba ser escuchado.
Todo estaba perdido.
Su pecho se contraia con cada respiración.
Se tensó mucho cuando sintió el peso sobre su hombro.
¿Cuando había entrado?
-Hobbi...
Oh dios no,siempre que lo llamaba así solo significaba algo malo.
Empezamos otra vez.
-¿Qué pasa papá?
Trato de estabilizar su voz lo más que pudo.
-Papi quiere jugar contigo un rato.
Juraba que volvería a llorar,no queria hacerlo de nuevo.
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Lamento no haberle dicho a nadiesobretus asquerosos juegos. Lamento no haberle dicho a mamá lo que haces conmigo. Lamento no haber podido salircorriendo la primeravezquetocastedondenodeberías. Lamentollorar cada vezquetusmanosrecorren por donde se les apetezca. Lamentotenerquepasar por la situación en la que me rompes. Lamentotenerque seguir dejandoque me uses,papi.
