La sonrisa que le ofrecía la fotografía le parecía empalagosa. Reconocía al chico que allí estaba moviéndose en el papel mientras formaba un corazón sobre su cabeza. El titular decía: "El héroe local lo hizo de nuevo" y más abajo frases como "siempre podemos contar con él"; "a tiempo impidió que el caos nos sorprenda"; "¿Será Park JiMin el nuevo Elegido?" y ya no pudo seguir leyendo. Aventó el papel sobre la mesa y se bebió su café de un sorbo porque se le enfrió mientras estaba distraído.
No sabía qué le molestaba más de toda la situación, si el hecho de que Park JiMin fuera igualado al histórico Elegido que cursó su estudios en Hogwarts o que el mequetrefe sonriera tan plácido al saber que volvió a ser el centro de atención. Muy ufano, este se paseaba consciente de que lo consideraban el niño de Plata, puesto que el apodado niño de Oro era otro rufián que tampoco soportaba no ser el ombligo del universo. Era el colmo que Corea del Sur impusiera altares, metafóricamente, para estos niñatos que nadie sabía por qué de pronto se pusieron a la labor de detener los crímenes siendo que ese era el trabajo de un departamento en concreto. Un departamento, ya que estaba bien agregar, al que él pertenecía.
No obstante, había algo más que le irritaba y por eso enrolló con fuerza, viendo retorcerse las imágenes que se quejaban mudas por su maltrato, y lo incendió. Invocó un hechizo pequeño, aprovechando que nadie le prestaba atención, y una llama consumió el papel entre sus manos. Cuando ardió completo, las cenizas cayeron a la superficie de la mesa, ensuciandola.
—Oh, enseguida traigo algo para limpiar —Una voz femenina a su lado dijo y SeokJin, recordando por qué estaba ahí, la observó con una sonrisa.
—Gracias, olvidé que traía en el bolsillo mis cigarros y lo vacié aquí —improvisó rápido— lo siento, prometo no fumar... —agregó riendo al haber interrumpido lo que ella iba a decirle de la prohibición de fumar—. ¿Podrías traerme otro café? Por favor.
—Enseguida regreso, SeokJin —Sonrió, ya tenían una ligera confianza los dos aunque seguían en el plano de la cordialidad semi formal—. ¿No habíamos hablado que fumar tan temprano era excesivo? —La muchacha se retiró dejando a SeokJin sintiéndose contento, pero un tanto torpe por casi haber sido expuesto.
Si alguien del mundo muggle era testigo de un acto de magia el Ministerio enviaba un auror a regañar al mago imprudente y luego, posterior al sermón de que "los muggles no deben saber de nosotros porque eso es peligroso y bla bla bla", la persona que había presenciado este hecho era obliviatada y... adiós recuerdos.
Y SeokJin sabía que era por un bien mayor, proteger al mundo Mágico y proteger a los muggles, pero él había estado yendo a esa cafetería alrededor de seis meses para acercarse a la hermosa chica que trabaja allí y no podía permitir que sus progresos fueran borrados por un estúpido hechizo.
—Eso estuvo cerca, compañero.
Y podría estar seguro SeokJin que la buena fortuna a veces no le es aliada.
La silla frente a él se movió sola y SeokJin rodó los ojos porque quien la ocupaba luego venía a molestarlo. Recargó los codos en la mesa, compuso una expresión vacía para no delatarse. Si el otro veía que él no estaba allí por un café y un pastelito de miel sería su perdición. O no tan extremo, aunque de seguro que no podría volver sin tenerlo detrás recitando los peligros de involucrarse con muggles. No es que fuera ilegal, pero tampoco estaba tan bien visto este tipo de uniones. Como toda sociedad, la mágica seguía arrastrando ciertos prejuicios. Incluso teniendo una deuda con el mestizo Elegido y ni hablar de la sangr... Granger.

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El juramento del dragón
FanficKim SeokJin es un auror respetable que ha labrado su propio camino a pesar de la mancha que pesa en su linaje. Sin embargo, por más que intentó mantenerse alejado de su pasado, de su familia, el reencuentro con su hermano ocurre inevitablemente y es...