Muñeca De Porcelana||Villain!Deku y tu

I

Se escucho el sonido de una pequeña piedra chocar contra su ventanal,el enorme pitbull terrier que se encontraba recostado a su lado empezo a ladrar algo alterado; la chica se incorporo en el respaldo de su cama y empezo a acariciar con delicadeza la cabeza de aquel hermoso animal para tranquilizarlo.

Acto seguido se levanto de la cama y abrió su ventanal,encontrándose con una carta acompañada de una rosa roja en el piso de su balcón. Tomo la carta entre sus manos y aspiro el hermoso aroma de la rosa para después dirigirse de nuevo a su cama.

Al recostarse nuevamente al lado de su perro se dispuso a leer en voz alta la carta en compañía de el animal.

En el cielo hay estrellas

Que no eh podido contar.
En tus ojos hay miradas,
Que no logro decifrar.

Solo se que tienes algo
Que me llama la atención.
Se ah metido en mi alma
Y  se robo mi corazón.

D.

Una sonrisa se formo en el rostro de la muchacha,sin embargo sacudió su cabeza para ignorar cualquier pensamiento tonto que pasara por su mente.

Era extraño, últimamente encontraba una vez a la semana una carta con diferentes poemas acompañada de una rosa roja en su balcón y todas las cartas llevaban la letra "D" le parecía extraño ya que ella no conocía a nadie con esa inicial. Igualmente no le dio mucha importancia.

En ese momento escucho su celular vibrar con una llamada entrante de "Mi musulmán explosivo" sonrió al leer el apodo que ella misma le puso.

—Hola—dijo atravez de el celular.

—Hola _______ quería decirte que a las 9:00 pm paso por ti,te llevaré a cenar no tardes en abrirme la puta puerta—dijo totalmente natural.

La chica soltó una risita para después agregar.

—Claro,no tardes tonto—

—No lo are adiós tonta—

—Adiós—

Colgó la llamada,dejo el celular en la mesita de luz que se encontraba a alado de su cama y guardo la carta en una cajita con todas las demás (imagen de multimedia).

Nuevamente vibró el celular de la muchacha con otra llamada,atendió sin fijarse el nombre.

—Hola, que paso katsuki—se escucho un silencio sepulcral hasta que se rompió por un suspiro de parte del número desconocido.

—________—susurro una voz que a la pelinegra le resultaba familiar,pero no lograba reconocer.

—¿Hola? ¿Quien eres?—pregunto mientras se le erizaba la piel.

—________—dijo por última vez para después colgar.

La muchacha totalmente confundida empezo a revisar las llamadas para saber por lo menos,el número de aquella persona desconocida. Pero nada, solo decía que era un número privado,por ende,no podía volver a llamarlo.

Después de un rato decidió dejar de pensar en aquella llamada,las cartas y en esa persona desconocida tenía un raro presentimiento acerca de lo que estaba pasando,pero decidió ignorarlo.

Se despejó un poco leyendo uno que otro libro o jugando con su perro,ya que hoy era su día libre del trabajo. Por casualidad miro la hora 8:30 ¿como había pasado el tiempo tan rápido? Rápidamente empezo a preparar la ducha y la ropa para salir a cenar con katsuki.