●Capítulo 1:

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-¿Qué significa esto? -Valentín Oliva agarró el brazo de Ciara Mele antes de que pudiera esconderse en su apartamento. Exhaló un gemido ahogado mientras se volvía hacia él y Valentín agitó la carta entre ellos. Maldita sea, quería una explicación de por qué le había arrojado esa basura en su escritorio y se fue sin decir palabra. Entonces vio su cara. Un enrojecimiento bordeaba sus inflamados ojos color Negro. Lágrimas caían por sus mejillas, rodando hasta sus labios, que estaban apretados en una sombría línea. Su enojo se evaporó y se puso más cerca, relajando su agarre. - Ciara ¿te encuentras bien?

Ella se apartó, su cabello claro parecía una nube alrededor de los hombros mientras dejaba caer sus llaves.

-Estoy bien. He dimitido con efecto inmediato. Eso es todo lo que necesitas saber.

-¿Qué demonios? -Legalmente, no tenía derecho a saber más, ¿pero en lo personal? -Ciara, ¿qué pasó? ¿Alguien te hizo daño?

-No de la manera que imaginas. -Cerró los ojos, negándose a mirarlo. -Simplemente... vete.

Joder no. Sólo había visto llorar a Ciara una vez en los tres años que habían trabajado juntos, el día en que había perdido a su madre. Esta no era la misma asistente calmada en la que había confiado para todo, por su impecable organización y extraordinaria percepción. Ver su dolor hacía que su pecho se sintiese hueco y estrecho. Incluso si ella no iba a trabajar para él nunca más, se negaba a irse y dejarla sola con su malestar.

-Dime lo que está mal, Ciara. ¿Necesitas ayuda?

-No. -Se agazapó detrás de la puerta, poniéndola entre ellos, y dejó las llaves en el mostrador. -No puedo trabajar más para ti. Mi carta de renuncia, dice todo lo relevante.

-Excepto el por qué.

La incredulidad cruzó su rostro.

-¿Por qué te importa?

-Nadie es más eficiente o puede prepararme más despiadadamente para una reunión. Sabes de este negocio. Hemos sido un equipo muy bueno. No lo entiendo.

Ciara apretó la puerta entre ellos.

-Vas a encontrar a alguien que esté igualmente calificada.

-No quiero encontrar a alguien más. Eres la mejor. ¿Necesitas más dinero? Voy a hacer lo que sea para conseguirte un aumento de sueldo. Te lo mereces.

-No se trata de dinero. -Ella empezó a cerrar la puerta, empujándolo hacia fuera. Alarmado, Valentín encajó un pie dentro, bloqueándola. Se asomó por la abertura.

-Por favor. Yo... te necesito.

El pensamiento de ella, no siendo su mano derecha lo apuñaló con pánico. Nada funcionaría bien sin ella. Él no funcionaría sin su dedo atrevido agitándose en su cara, su risa chispeante y despiadada organización. Pero en lugar de persuadirla, su declaración pareció aplastarla. Su rostro se desmoronó a medida que más lágrimas eran derramadas.

-No, tú no. Nunca lo harás.

Valentín la agarró por los hombros y la atrajo hacia sí. Maldita sea, ella se sentía tan frágil, tan suave.

-¿Por qué piensas eso? Hemos trabajado duro para lograr que la ciudad asigne fondos para los nuevos equipos de los bomberos. Hemos ganado una gran batalla el pasado viernes, y fueron todo sonrisas después de la reunión. Sin ti, es muy posible que su decisión pudiera haber sido al revés.

-Vas a manejarte muy bien por tu propia cuenta. Necesito un cambio.... ¿Podrías irte, por favor? -Ciara se encogió de hombros alejándose y trató de cerrar la puerta.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2020 ⏰

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