Prólogo

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Los demonios no se pueden enamorar. Esos seres aberrantes, atemorizantes, dañinos, y malignos; o así son catalogados, no se pude pueden enamorar, no pueden poseer emociones positivas, están tildados de negatividad: irá, rabia, odio, tristeza, dolor, desconsuelo, y, desamor.

Creía que los demonios siempre habían sido incomprendidos, que sus historias nunca eran bien narradas.

En cambio, los ángeles eran sinónimo de todo lo bueno que hay en el mundo: protección, paz, felicidad, júbilo, alegría, emoción, y amor.

Siempre vi a los ángeles como algo sobrevalorado, a lo que se le dan más atributos de los que tienen.

Me di cuenta de que tenía mucho de cierto en eso, en ambas teorías, en los dos pensamientos, fue entonces cuando descubrí mi identidad, lo que realmente era, y el "propósito que debía realizar".

¿Quién era yo? Una mezcla de algo que desentendía y algo que odiaba. ¿Mi propósito? Lidiar con ello y evitar que alguna de las dos partes me consumiera, debía evitarlo a toda costa. ¿Mi origen? Padre y madre separados por sus razas, ¿resultado? Yo era el delito que habían cometido, la evidencia de su pecado.

Debía lograr a toda costa salir de ese lugar, lograr mi cometido, y aprovechar mi poder para ello.

Half demon #DEMONICSTALESI (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora