Revenge Party

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 Regresamos a casa, yo todavía en duda sobre si debería ir con Liz o no. Eso no me preocupaba mucho. Me preocupaba más el hecho de que nadie supiera nada de Elvira desde ayer en la noche.

Se lo comenté a Liz mientras nos preparábamos para unas partidas de LOLOL.

—Eso es... es horrible —no supo qué más decir—. Ojalá la encuentren pronto...

—Ojalá...

—¿Quién desapareció? —preguntó Molly, su voz llegándonos desde las bocinas de la laptop de Liz.

—Elvira, una compañera de la escuela.

—¡Qué horrible...! Pero parece que la policía es mejor por allá, ¿No? Apuesto a que la encontrarán pronto.

—Esperemos... —murmuró Liz.

El tema se quedó enterrado porque la partida ya había comenzado.

Las horas seguían avanzando, y aún nadie sabía nada de Elvira. Sus fotos circulaban por internet, rogando por cualquier información que pudieran dar de ella, con descripciones de lo último que se le vio usando. La última vez que le vimos fue en la escuela y, desgraciadamente, eso no nos daba ninguna información de ella.

Unos oficiales de policía llegaron a nuestra casa mientras Liz se estaba preparando para ir a una fiesta. Al principio, estaba confundida y asustada al verlos. Steve tenía cara de pocos amigos, pero sólo querían información de Elvira. Les dije que yo era nueva y que mi padre no estaba en casa, pero igual no entraron. Yo dije lo poco que sabía de Elvira. Solo la conocía desde hace unos días. Me preguntaron si ella tenía novio. Dije que no. Mencioné que ella le gustaba mucho leer, y se me hundió el corazón cuando recordé lo mucho que se emocionó cuando supo que la escritora de su novela favorita era yo.

Y, por alguna razón que no podía explicar, me sentía culpable. Muy culpable.

«Hey» empecé a escribir a los pocos seguidores que tenía por aquél entonces. «Lamento que esta semana no haya capítulo. Pero, por favor, no se vayan. Quiero dar un anuncio importante.

Una de mis amigas y ávida seguidora de esta historia, Elvira Pérez ha sido reportada y confirmada desaparecida. Nadie la ha visto desde ayer. Sus amigos y familia estamos preocupados. Por favor, si alguien sabe algo de ella, reportelo a la policía de...»

Leí y releí el mensaje una y otra vez antes de presionar "Enviar". Sonaba muy frío, muy desinteresado, pero no se me ocurría qué más hacer.

—¿Estás lista? —Liz me preguntó mientras ponía sus manos en mis hombros.

—¿Para qué?

—Para, uh, ¿Ir a la fiesta? —luego, miró mi pantalla. Mi post ya se habpía enviado y su expresión cambió—. Uy...

—Sí, no creo ir. No me siento con ánimos de ir...

—Lo sé... pero, vamos, puede que ella esté bien. ¿Quizás sí tenía novio pero se lo tenía bien guardado?

—No me ayudes, Liz.

Odiaba que, siempre que alguien desaparecía, quisieran traer al novio imaginario para quitarle seriedad al asunto. Ella realmente podría estar en peligro y todos quieren asumir que simplemente escapó.

—Perdón... Pero de verdad creo que no deberías parar de vivir porque ella no está... Ni siquiera eran tan cercanas, ¿O sí?

Sacudí la cabeza, pero seguía sin ganas de ir, o de escribir. No me sentía con ganas de nada, pero por la mirada de Liz, pude adivinar que no me iba a dejar en paz hasta que accediera ir con ella. Quizás nuestro padre no le había dado permiso de ir a menos que yo la acompañara.

Mi vida es un CLICHÉ [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora