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Mateo me rodeaba con sus brazos y yo apoyaba mi cabeza en su pecho, las lágrimas no dejaban de bajar por mis mejillas y podía sentir como las lágrimas de Mateo caían en mi cabeza, aun tenía la fe de que el doctor entrará y dijera que todo había sido un error y que mi bebé estaba bien, pero no iba a pasar, era muy real lo que estaba pasando y no era algo de lo que podía escapar...

El doctor entró y nos miró con un tristeza

-Señorita, debemos seguir con el procedimiento de sacar al bebé - dijo el doctor con delicadeza, no podía responder, solo escondía mi cabeza en el pecho de mi amigo

-Gorda - me llamo Mateo con un sollozo

-Hagan lo que necesitan hacer - dije totalmente apagada, el doctor asintió

-Necesitamos que se ponga la bata, en un momento vendré para llevarla a la sala de operaciones - yo no dije nada, solo seguía llorando en el pecho de mi amigo, en cuanto el doctor salió intente levanteme de la camilla pero se me hizo muy difícil, el dolor era punzante, Mateo al notar que no podía yo sola me ayudó a ponerme de pie, no podía caminar, mis piernas no reaccionaban y  yo tampoco quería hacer nada, negué con la cabeza mirando a Mateo

-Okey gor, te voy a ayudar - dijo limpiando las lágrimas que bajan por sus mejillas, yo asentí con la cabeza

Mateo con delicadeza quito mi blusa, me puso la bata, luego por encima de la bata quito mi short, después yo quite mi top y por último me quite las bragas, en cuanto estas cayeron al suelo pude ver como estaban llenas de sangre, yo las mire por unos segundos y rompí en llanto otra vez, Mateo me abrazo y yo cubrí mi cara con mis manos negando una y otra vez

-Eres fuerte, vos podes con esto - dijo Mateo tratando de tranquilizarme

-Esto es más fuerte que yo Teo, no puedo - dije llorando, en eso el doctor entró

-¿Lista? - preguntó el doctor, yo asentí y con ayuda de Mateo empecé a caminar - Señorita, debe de pasar usted sola -

-No me dejes sola - dije mirando a Mateo suplicante, lo menos que necesitaba en este momento era afrontar esta situación sola

-Doc, no se cual sea el procedimiento pero no voy a dejarla sola - dijo Mateo firme, el doctor nos miró por unos segundos y luego asintió, caminamos hasta llegar a una sala, habían muchas cosas y en medio de todo había una camilla, el doctor me dijo que me acostara ahí y que subiera mis piernas en dos bloques de metal que habían a los lados de la cama, yo hice todo lo que dijo, Mateo estaba a mi lado, sosteniendo mi mano y acariciando mi cabeza, realmente agradecía que Teo estuviera conmigo...

-De acuerdo pequeña, esto dolerá un poco pero será rápido, lo prometo - dijo el doctor antes de ponerse entre mis piernas, empezó con el procedimiento, yo tome la mano de Mateo con fuerza en señal de que me estaba doliendo, el me miró preocupado, yo cerré mis ojos y las lágrimas comenzaron a bajar de nuevo por mis ojos...

No se cuanto tiempo había pasado pero escuché como de fondo el doctor decía "Listo" pero no podía  reaccionar, sentía como si yo no estuviera en control de mi cuerpo, con pesadez abrí mis ojos y lo primero que vi fue a Mateo, él me miraba preocupado

-Quiero ir a casa - dije en un susurro

-¿Nos podemos ir? - pregunto Mateo mirando al doctor

-Haremos un par de exámenes y si todo sale bien podrán irse a casa - dijo el doctor - mientras pueden acompañarme para guiarlos a una habitación en la que la señorita podrá descansar - el doctor nos pasó una silla de ruedas y Mateo me ayudó a sentarme, fuimos hasta un cuarto donde había un pequeño mueble y una camilla, me levante con un poco de dificultad y me acosté en la cama, el doctor me sacó sangre del brazo y dijo que solo tomaría unos 30 minutos para ver como salían los exámenes, luego de eso salió del cuarto

-¿Te duele? - dijo Mateo mirándome mientras sostenía mi mano

-Si - dije apagada -

-No se que decir Tony - dijo Mateo y sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas de nuevo

-Al principio, cuando me enteré de que estaba embarazada tenía miedo y estaba muy preocupada, pero jamás quice que mi bebé falleciera Teo, nunca quice eso - dije sintiendo como si estuviera muriendo por dentro

-Lo sé nena, creeme que lo sé - dijo Mateo limpiando las lágrimas que bajaban por mis mejillas

Después de eso Mateo y yo no hablamos más, él miraba a la nada y yo miraba mi vientre, ya no había nada ahí....
La puerta se abrió y el doctor entró

-Todo esta en orden, sentirás molestia los primeros días y posiblemente tendrás sangrado, es normal - dijo el doctor a lo que yo asentí - Pueden irse chicos, cuídense - el doctor al no tener respuesta de parte de ninguno de los dos solo se retiro

-Teo, necesito ropa - dije recordando que mi ropa estaba llena de sangre, Mateo se quito la sueta que tenía y me la dio

-En el auto tengo un buzo- yo asentí y Mateo salió del cuarto, respire profundamente tratando de tranquilizarme, esto era muy fuerte...

Mateo llegó con un buzo y me lo dio, se dio la vuelta para que me pudiera cambiar, yo me quite la bata y me puse la sueta y el buzo, cuando estuve lista Mateo me ayudó y juntos salimos del hospital, nos subimos a su auto y nos dirigimos a la casa, yo subí las piernas al asiento, las abrace y apoye mi cabeza en mis rodillas, miraba por la ventana sin decir nada, las lágrimas sólo salían sin control y mi pecho subía y bajaba con pesadez...

Después de un rato llegamos, baje del auto con ayuda de Mateo y entramos a la casa, lo primero que vi fue la mancha del sillón, no podía dejar de mirarla, Mateo al notar eso me abrazo y me guió hasta el cuarto, subí a la cama y abrace de nuevo mis piernas y comencé a llorar, Mateo se sento en la cama y me abrazo, yo apoye mi cabeza en sus piernas y seguí llorando...

"Controlada 2" la historia continúa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora