La Isla Fantasma

Capítulo 6

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El invierno generalmente pasa lentamente, en correos electrónicos a Yixing y caminatas frías con Jongdae y Chanyeol hacia las colinas. Baekhyun recoge mandarinas hasta que termina la temporada y luego juega videojuegos el resto del tiempo, hasta que teme al túnel carpiano en sus pulgares y sus muñecas. El invierno siempre es largo, y Baekhyun espera los mares más tranquilos y los vientos más cálidos de la primavera con un anhelo que nunca aprendió a temer hasta que tuvo la edad suficiente para saber que estaba teñido de melancolía.

Los inviernos en la isla, al menos para las personas que aún viven en pequeños pueblos como lo hace Baekhyun, sirven principalmente como tiempo de inactividad, la calma de los dos meses tranquilos de diciembre y enero preparándolos para el nuevo año.

Este invierno no es lento. Este invierno, todos los días que Baekhyun abre los ojos, hay algo nuevo que aprender sobre Kyungsoo: alguna nueva expresión facial que Baekhyun no puede entender, o algún nuevo detalle tranquilo que Kyungsoo deja escapar en las últimas horas del día, cuando cae el sol detrás de la montaña. Kyungsoo es la persona más ruidosa y callada que Baekhyun ha conocido, cada acción llama la atención y cada apertura de su boca vale cincuenta de las palabras de Baekhyun en términos de significado.

Este invierno, el frío entra a la casa por la noche y se aferra a los pies de Baekhyun y le baja por la nuca, pero durante el día, hay mucho que hacer. Él y Kyungsoo pasan horas recogiendo las últimas gamgyul. Kyungsoo es casi tan rápido como Baekhyun ahora en despojar a los árboles de toda su fruta. Sin embargo, todavía no puede pelarlas con sus uñas cortas. Baekhyun tiene que ayudarlo, usando su uña para romper la piel, y luego insiste en alimentar a Kyungsoo con trozos de la fruta jugosa uno por uno, pretendiendo que sus dedos no tiemblan cuando Kyungsoo los muerde si se quedan demasiado tiempo al frente de sus labios

Este invierno, Baekhyun cae en una nueva rutina, arrastrando a Kyungsoo con él para comprar huevos y pescado del mercado y llevándolo a las colinas y por diferentes caminos, tirando de él hasta que la cara de Kyungsoo está roja del cuello a las orejas con esfuerzo. y jadea respiraciones visibles en el espacio entre ellos, maldiciendo a Baekhyun en un tono hosco hasta que alcanzan otra vista espectacular de la isla.

-¿Cómo vives en el paraíso?- Kyungsoo pregunta, mirando a los ciervos que deambulan libremente mientras mordisquean las flores de camelia que florecen persistentemente en las laderas, y Baekhyun se ríe.

-Un día a la vez- dice, -hasta que ya no sea el paraíso- Señala un cervatillo de extremidades largas que mastica las malas hierbas amarillas de invierno. -Ese se parece a Chanyeollie, ¿no te parece?

-¿Te ha sucedido eso?- Kyungsoo pregunta, y Baekhyun contempla edificios altos y mañanas llenas de tráfico y letreros de nera noraebang, preguntándose cómo se compararían con su chocolate de la mañana y una vista clara del tumultuoso océano invernal. -¿Jeju ha perdido el estatus de paraíso?

-Todavía no- dice Baekhyun. El viento sopla violento aquí, y los árboles de escaso crecimiento ofrecen poca protección. -Sin embargo, me preocupa que suceda.

-No creo que lo haga- dice Kyungsoo, mientras Baekhyun intenta pensar en una forma de cambiar de tema. Se encuentra lamiéndose los labios y mirando a Kyungsoo, porque Kyungsoo rara vez continúa las conversaciones, y aún más raramente las inicia.

-¿Si?

Kyungsoo no mira a Baekhyun. Está observando al cervatillo que Baekhyun le había señalado, sus ojos suaves. Baekhyun se da cuenta de que Kyungsoo trata de fingir que no tiene emociones, pero probablemente sea porque quiere ser tomado en serio a pesar de su cara de bebé. En este momento, su boca tiene un puchero natural, y de perfil, Baekhyun no puede evitar notar la línea suave de su nariz y la línea fuerte de su mandíbula.