Sobre la aracnofobia

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-Introducción de un ensayo aún inconcluso-

Cuandoescuchamos la palabra arácnido, viene de inmediato a nuestra mente la imagen deuna araña, y con ello se dividen, en quienes despierta repulsión y otros miedo,y en unos pocos, fascinación y curiosidad, así de simples son los límites queestablecemos, cuyas raíces surgen en la infancia. 

Cuando infantes nuestromóvil: la curiosidad; la duda que siempre cargamos: ¿por qué?; nuestraaccionar, siempre retador, con dirección hacia delante, aproximándonos a lodesconocido a fin de revelar sus misterios; cada nuevo descubrimiento <<propio>> (pues dejamos de lado la evidencia que ya ha demostrado el mundo), lo celebramoscomo si se tratara del pináculo de nuestras carreras, y en cierta medida lo es,pues el conocimiento lo adquirimos directamente de la fuente, sinintermediarios, como la ciencia primitiva: ensayo y error. 

Sin embargo, estemétodo científico, a medida que crecemos, es señalado y reprobado por nuestrospredecesores, inculcándose además, sus propios temores, por lo que al final notodos nuestro temores nos pertenecen realmente, sino que vienen desde lasexperiencias del pasado de un tercero, englobando a lo transmitido por latradición oral. 

Ensayos variosWhere stories live. Discover now