Tenía que mantener la calma. La bestia caminaba con lentitud. Abracé a Iris con fuerza e intentamos escondernos debajo de una mesa. Vi las piernas de la pestilente criatura, pasando por al lado. No era un ser inteligente. Al sentarme en el suelo, notaba como se clavaba la porra y la pistola. Con ambas cosas, podía defenderme, pero ninguna de ellas me garantizaba el éxito. Iris temblaba de miedo. El sonido de un cristal rompiéndose, hizo que ambas nos asustáramos. Los zombies empezaron a correr contra la criatura. Era nuestro momento. Caminábamos de vuelta a casa, no sé en que momento había pasado tanto tiempo allí adentro, pero comenzaba a amanecer. Era un paseo por la nostalgia. Los lugares que antes frecuentaban vida, como la de ambas, ahora estaban en un profundo silencio. Llegué a casa de una amiga mía, por instinto, llamé al telefonillo, pero nadie contestó. Tampoco es que hubiera luz como para que funcionara. Me encogí de hombros y me alejé de la puerta, pero Iris no quiso moverse de allí:
-Tenemos que ponernos a salvo -le dije- bueno, cuando hagas tu necesidades, venga vamos.
Tiré de la cuerda, pero ella se opuso. La miraba con atención, así que hice lo mismo y pude ver que estaba entornada. La empujé y pude abrirla. Las dos nos miramos, pero ese momento se acabó, ya que ella empezó a correr con fuerza, tirando de mí. Comenzamos a correr hasta que llegamos al piso dónde residía, pero al ver las manchas de sangre, recorriendo el pasillo hasta el interior de su casa, supe que algo no iba bien, pero ambas sentíamos una mínima esperanza, aunque la de Iris fuera más ignorante que la mía. Al entrar, seguimos el rastro de la sangre, habitación por habitación, hasta que algo nos hizo pararnos en seco. La última sala, el comedor, tampoco había nadie, pero la sangre solo entraba. Caminamos hacia el balcón y allí vimos la escena. Mi amiga de la infancia, sentada sobre una silla de plástico, con la mirada vacía, mirando a un punto fijo. Iris estaba contenta de verla. Impedí que fuese a verla, cogiéndola en brazos y rodeandola con ellos. Me gustaría en este momento tener una misión, pero la muerte siempre da fin a todo, hasta las capacidades de seguir adelante. ¿Misión? Buscar una motivación.
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IRIS & DUNE
RandomBienvenido al diario del fin del mundo. En él, narraré mis aventuras junto a mi compañera perruna de viaje, Iris. Nuestro objetivo, es conseguir llegar hasta nuestros padres, que tras el viaje para llevar de vuelta a su casa a mi abuela materna, est...