Me desperté a las 10:00hs, ya domingo. Había vivido una noche fabulosa, la mejor de mi vida. Me senté en la cama y noté que no había nadie a mi lado, rápido me dio mucha angustia pero me acorde que solo éramos dos desconocidos y que capaz que nunca mas nos volveríamos a ver.
Me vestí con la misma ropa del día anterior, todavía mi camisa tenía impregnado su aroma y me volvía a la mente lo que había sucedido horas atrás.
Sobre la mesa de luz había una nota, doblada en dos:
“Fue una noche esplendida, sin dudas. Búscame cuando quieras, para ti estaré disponible ( Bar Enresme )
Anónimo”
Quede helada con esa breve nota. Me dio un cosquilleo en la panza saber que podía volver a ver, pero me dio un toque de remordimiento saber que estaba engañando a Harry; el se moriría si sabe que lo engañe.
Salí de mi habitación y baje a recepción para pagar la noche, y cortésmente me dijeron que ya estaba pagada. Así que salude de la misma forma que ellos me habían hablado y me retire del hotel.
En la gran avenida pasaban decenas de taxis, así que para no caminar me tomé uno, le dije la dirección y empezamos el recorrido.
No les tenía mucha confianza a los taxistas, así que mientras miraba por donde me llevaba tome mi celular para ver la hora.
Apreté uno de los botones que tenia este así se le prendía la luz
“25 llamadas perdidas. 6 mensajes” Decía en la pantalla, así que abrí las llamadas (siempre creí que eran mas importantes). Tenia 15 llamadas pérdidas de Rachel, 8 de Rebecca y 3 de Harry, ahí me di cuenta del interés que tenía Harry por mí.
- ____, por fin apareciste – Exclamó Rachel cuando atendió mi llamada.
- Rachel? Porque llamaste tantas veces?
- ____ te fuiste como si nada ayer del bar! Estaba asustada –dijo gritando.
-Perdón Rachel, no tuve tiempo de avisarte –dije avergonzada.
-Y donde fuiste sola tan tarde? No, eso no importa – se contradijo –Harry estaba buscándote, me llamó y le dije que estabas conmigo –río –Quédate tranquila, porque Rebecca estaba conmigo, ella si durmió conmigo y no metió la pata
- Gracias chicas! –Dije feliz –bueno tengo que cortar, ya llego a mi casa –
- Ok, pero recuerda que me debes una explicación chiquita –dijo en un tono divertido.
- Sisi pero creo que ya soy grande no? Tengo 23 años ya – dije riendo.
- Bueno, no puedo admitir que creciste –río aun mas –Adiós ____, suerte! –
- Adiós Rachel –
Luego de que corté la llamada con Rachel, el taxi frenó en mi destino, le pague y subí a mi acogedor departamento. La puerta estaba abierta, obviamente ahí estaba Harry.
- _____- dijo el mirándome de arriba hacia abajo –pensé que ibas a venir para almorzar-
- Pues no, aquí estoy –dije dirigiéndome a la habitación –
- _____, te extrañe anoche – dijo abrazándome por detrás –te necesite – dijo besando mi cuello.
Esas palabras que dijo Harry, hicieron que se me haga un nudo en el estomago.
- Porque tienes ese olor a hombre en el cuerpo?! – grito sorprendido Harry.
Me había empezado a faltar el aire, y no sabia que responder.
-Contesta ____, porque traes olor a hombre en la ropa?- insistió.
-Porque…- tartamudee-
-Porque?- repitió Harry.
- ….