Han pasado dos semanas desde que empezamos las vacaciones y desde que estoy en la casa de Dio, la verdad es subrealista lo que hemos hecho en este tiempo, parecíamos una pareja casada hace 20 años, cada uno tiene sus tareas de la casa, nos ayudamos con nuestra vida laboral y sentimental, aparte que todas las noches nos íbamos a acostar un poco sudados, hoy tenía que buscar más ropa al departamento, era una bendición tener a los amigos de Jotaro en Instagram, cada vez que necesitaba ir al departamento, me fijaba en las historias de Avdol o Polnareff para ver si Jotaro estaba con ellos, de ser así iba a buscar ropa y demás para ir devuelta a la edificio de Dio, hoy estaba pasando eso, Dio me esperaba con el auto abajo. Cuando destrabe la puerta entre algo rápido pero me lleve la sorpresa de ver a Jotaro fumando en la ventana de la cocina.
"Wow, todavía tengo una hermana"dijo el más alto con cierto recelo, "La tendrías si no fueras un imbécil"dije acercándome dónde estaba él para confrontarlo. "Mira, conozco tu mirada y sé que estás enojada, yo lo estaría si fuera tu, pero realmente te extraño y siento lo que dije la última vez, fui un egoísta y saque mis palabras desde ahí, me molestó mucho que tú tengas alguien que te amé tan rápido y tengo miedo que sólo te usen, no quiero que te lastimen, lo siento mucho"dijo mirándome fijamente, podía sentir la culpa en su mirada, yo solamente lo miré y lo abracé fuertemente sintiendo como él me correspondía de la misma manera. "Me preocupé por ti, hasta tuve que llamar a Joseph para que me diga dónde estabas"dijo algo avergonzado y separándose suavemente de mi, "Podrías haberme llamado a mi"dije elevando mi ceja y él solo me sonrió de costado, "Espero que después de esto vengas de vuelta conmigo"dijo acariciando suavemente mi brazo, "Me quedaría pero Dio me esta esperando abajo pero mañana me tienes aquí devuelta"dije sonriendole para darle un pequeño beso en su mejilla para luego ir hacia mi habitación agarrando un poco de ropa para dirigirme hacía la puerta, "Mañana estaré por la tarde aquí"dije sonriendo y salí hacía dónde estaba Dio estacionado.
"¿Por qué estás llorando cariño?"dijo el rubio preocupado secando con sus pulgares mis lágrimas, "Ya puede hablar con el Dio, ya nos perdonamos"dije entre lágrimas, "Hey, eso es muy bueno cariño, aunque ya no te podré ver en ropa interior por casa"dijo haciendo un leve puchero mientras arrancaba el auto emprendiendo camino, "Que esté en el departamento no impide que me veas en ropa interior por tu casa"dije sonriendo algo sonrojada mientras acariciaba su pierna.
Cuando llegamos al piso, decidimos comer pizza acompañada de dos latas de cerveza, cuando termine de lavar las fuentes que usamos, los brazos de Dio se aferraron a mi cadera haciéndome estremecer levemente. "Está noche será muyyyy larga cariño"susurró el rubio en mi oído alzándome en sus brazos para llevarme hasta la habitación.
Dio no titubeó un segundo en dejarme en ropa interior en menos de un minuto, dejando ver mi conjunto de lencería.
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"Me encanta cuando usas la ropa interior que te regalo"murmuró cerca de mi cuello una vez que me tiró sobre mi espalda al colchón, Dio puede llegar a hacer muy dominantes y brusco al tener relaciones, aunque a mí no me disgusta ni un poco. Él suavemente sacó mi bra dejandolo pequeñas lamidas en mis pechos bajando su mano derecha hacia mi feminidad, mis bragas terminaron en trizas cuando él las arranco de un tirón, suspiré sintiendo como de repente su aliento chocó contra mi cálido clítoris, el rubio movió su lengua junto a sus dedos para empezar a prepararme para esta noche, yo solo gemía suavemente y acariciaba su cabello pidiéndole más, él me dejó venirme sobre sus dedos haciéndome temblar de pies a cabeza, él sacó de uno de los cajones un arnés que unía los dos brazos por la espalda, él me lo colocó suavemente y me dió un pequeño beso en la sien, Dio se introdujo en mi con una embestida potente y algo bruta, solté un pequeño grito seguido de un jadeo de placer, él empezó las estocadas llenas de fuerza y algo de amor en ellas, trataba de ser cuidadoso o amoroso para que yo me sienta segura cuando tenía los arnés o alguno de los juguetes sexuales que tenía en ese cajón, él me dió vuelta apoyándome de rodillas contra el colchón y mi pecho contra la pared y mitad del cabezal de la cama, empezó a embestirme con rapidez haciendo gemir en un tono no muy agradable para los vecinos, sentía como mi segundo orgasmo estaba por llegar y eso se incrementaba cuando su mano empezó a asfixiarme suavemente, haciéndome estremecer lo suficiente para tener mi segundo orgasmo, pero Dio no se detuvo ahí, él se sentó conmigo arriba y de espaldas, agarró los espacios del arnés haciéndome empezar a subir y bajar por su miembro, mi interior ya estaba más allá de lo sensible, estaba empezando a cansarme pero seguí rápidamente sintiendo como el miembro de Dio se endurecía entre mis paredes, sin darnos cuenta los dos llegamos al orgasmo, Dio salió con agilidad de mi y se vino sobre mi abdomen, luego de volver a respirar con normalidad, Dio me tendió un pañuelo para limpiarme, me limpié y a él también, me sacó el arnés y dejo un beso en mis brazos, una vez ya acostados y abrazados nos dimos un beso de buenas noches para dormirnos en paz, cosa que se acabaría desde ese día.