"¿Cómo se encuentra Stan?"

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—Stanley, vamos, ¡Despierta! —gritó desesperado el chico ojiverde.

—Stan, ¡Abre los ojos! —gritó el chico castaño.


Tanto Eddie como Bill, no dejaban de soltar lágrimas que parecían gotas de lluvia por sus pálidas mejillas debido al mal rato y todo el susto que estaban pasando.

Eddie Kaspbrak, es el chico más sensible de todo aquel grupo de amigos que tenía, Stanley Uris era un muy buen amigo suyo, por lo tanto no soportaba verlo allí tirado y sin abrir los ojos en el sofá de su vacía casa, ya que los padres de Stan casi nunca estaban con él.

Lo único más lógico que se le ocurrió al joven Kaspbrak fue llamar lo más rápido posible a una ambulancia.


—Ya llamaste, Eddie?

—Si Bill, ahora solo hay que esperar.


Por suerte, la ambulancia no tardó nada en llegar.

Los paramédicos bajaron rápidamente de la ambulancia y sacaron una camilla, luego entraron al domicilio de Stanley y lo recostaron en la camilla llevándolo hacía dentro de la ambulancia.

—Lo siento mucho chicos, pero solo puede entrar una persona con él en la ambulancia —mencionó uno de los paramédicos de la ambulancia.

—No hay problema, yo iré, Eddie tú quédate aquí y avisale a los demás —mencionó aquel chico de ojos verdes.


Eddie Kaspbrak asintió y se quedó allí,
Bill subió a la ambulancia y ésta se fue de inmediato.

El chico castaño llamó a cada uno de sus amigos para avisarles esta mala noticia, luego subió a su bicicleta y se dirigió al hospital, estaba muy preocupado por su amigo Stanley.



(....)


—Papá.. ¡déjame ir!

—De nada te servirá gritar pequeña mocosa, nadie va a oírte.

—Te digo que me dejes! —dijo furiosa la chica pelirroja, empujando con fuerza a su padre.


El padre de Beverly Marsh por lo general es un hombre violento y alcohólico, y que además maltrata constantemente física y sicólogicamente a su hija.

Luego del empujón que le dió Beverly a su padre hizo que este cayera al suelo y se golpee en la cabeza, pero el golpe no fue grave ya que se levantó a penas tocó el suelo.


—Sabes lo que les pasa a las chicas malas que desobedecen las órdenes de sus padres? —mencionó aquel hombre, mientras se quitaba el cinturón.

—Que ni se te ocurra tocarme.

—Y quién me lo impide? Soy tu padre, cariño, puedo hacer lo que se me de la gana contigo.

—Cállate de una vez!


La chica corrió hacía la puerta de su casa y la abrió, luego se subió a su bicicleta y pedaleo lo más rápido que pudo.

Se dirigió al hospital a ver a su amigo, ya que al fin pudo escapar de su tormentoso padre.


(....)


El joven Uris estaba en una camilla del hospital, con oxígeno y además conectado a muchos cables.

La razón por la que estaba tan grave era porque había consumido una cantidad muy grande de distintos tipos de drogas, sin mencionar que casi se intoxica con el alcohol, ya que tenía un nivel muy alto de alcohol en la sangre.

Los médicos no pueden creer que el chico siga con vida, creo que esta es una de esas veces que hasta incluso los ateos creen en Dios.

—Stanley, amigo, no sé si puedas oírme, pero los médicos me han dicho que estás fuera de riesgo vital, eso es algo que alegró mi día —dijo Bill, sosteniendo una de las manos de su amigo.

Justamente en ese momento llegó Beverly a la sala del hospital en la que se encontraba Stan.

—Bill, ¿Cómo se encuentra Stan? —preguntó la pelirroja con preocupación en su rostro.

—L-los doctores han d-dicho que está f-f-fuera de riesgo vital.

—Es bueno oír eso, estaba preocupada por nuestro amigo.

Bill no suele tartamudear, solo lo hace cuando está muy asustado y/o cuando está nervioso.


Bill Denbrough gusta de Beverly Marsh, por lo tanto esa es una de las razones por las que tartamudea cuando está con ella, ya que se pone muy nervioso, pero intenta de controlarse, no quiere que nadie se de cuenta de que le gusta.


—Vine tan rápido como pude chicos, ¿Stanley está bien? ¿Que han dicho los médicos? —dijo Eddie con un tono de voz algo cansado.

—S-stan está fuera de peligro Eddie —mencionó Bill.

—Oye Eddie, te noto muy cansado amigo ¿es eso normal? —mencionó la chica pecosa.

—Si Bev, solo debo utilizar mi inhalador, estoy así por pedalear tan rápido en mi bicicleta.


El chico asmático abrió su cangurera para así sacar su inhalador, pero no lo encontró.

Entonces, recordó algo.

Flashback de Eddie.

—Ven por el, Eddie spaghetti —dijo el chico pelinegro con una sonrisa pícara en su rostro.

—Vamos Richie, te vez patético llamándome así.

—Se que te encanta que te llame así, no lo niegues hermosura.

—Devuelveme mi inhalador Richie, algún día lo voy a necesitar y no lo tendré.

—Si vienes conmigo a dormir a casa te lo devolveré.

—Olvidalo Rich, adiós.

Fin del flashback.

Eddie luego de recordar eso, entendió porque no estaba su inhalador en su cangurera, se lo había quedado Richie.

En este momento, la única salvación de Eddie era nada más y nada menos que Richie Tozier.

Te amo Eds. (Reddie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora