De los sueños a la realidad.

Capítulo 1

NOCHE 1.

Emily se encontraba en la ciudad de Miami, acababa de mudarse de los Ángeles, tras la trágica muerte de su hermano Brad, cuando este salía del trabajo, de la nada apareció un camión de reparto, un conductor adormilado, un joven despistado, un cruce complicado...todas las razones llevaron a el camión hacia el chico en un inminente impacto por el cual el joven perdió la vida desangrándose en la carretera...

Brad era la única familia a la que Emily le quedaba y después de su muerte ya nada le ataba a esa ciudad, ya no quería seguir en aquella ciudad.

La chica estaba observando las ruidosas y aglomeradas calles a través de la ventana con la mirada perdida... aún cuando cerraba los ojos lo único que podía ver era la imagen de su hermano fallecido sobre el asfalto, viendo como su esencia se esparcía por los alrededores, toda la sangre y el miedo en el rostro del chico, eran las tres de la mañana, no podía pegar ojo... no había podido dormir desde aquella fatídica noche...Por lo que un relajante muscular y neurológico era una solución rápida para el descanso.

Al llegar las cinco de la mañana la pastilla había causado efecto y los ojos se le caían cada vez más , se levantó del frío suelo y se aproximó hacia la cama, soltó un suspiro y se acostó cerrando los ojos y de inmediato casi tan fácil como pulsar un botón se quedó dormida.

( la sensación de angustia era como morir una y otra vez sin aún estarlo...abría mis ojos y solo percibía un borroso fondo turbio y azul que hacía arder a mis ojos, miraba a todos lados buscando la forma de escapar, al mirar hacía arriba podía ver la claridad, era de un azul más claro pero era más brillante y sentí una leve esperanza que se esfumó rápidamente al igual que lo estaba haciendo el aire de mis pulmones, algo me agarraba, algo me atrapaba e impedía que subiera a la superficie, las olas eran temerarias, con cada una nueva me arrastraban más hacia el fondo, por más que intentara subir o nadar las fuerzas se me agotaban.

Un dolor en el estómago fue lo que hizo que me rindiera, pues acto seguido los músculos de las piernas y brazos comenzaron a dormirse, ya no me respondían, observé como brotaban de mis labios las últimas burbujas de aire que habitaban en mi interior y tras unos segundos después mi cuerpo yacía en el mar)

La chica abrió los ojos aturdida y sobresaltada, miró por la ventana y la luz del sol entraba inundando la habitación, sus ojos volvían a ver con toda claridad, la humedad, la sensación de un nudo que aprisiona y retuerce el estómago ya no estaba, ya no se hallaba en una atmósfera de agua, estaba a salvo, en la tranquilidad de sus suaves sábanas y su cama.

Comprendió que todo había sido un sueño y esto la tranquilizó aunque por su cabeza pasaba que aquella sensación a pesar de haber sido un simple sueño, parecía real, el dolor, el frío... y sobretodo la inmensidad que hacía aquel sitio claustrofóbico a pesar de su tamaño.