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La marea estaba tranquila. No había mucho movimiento en el exterior, cada tripulante realizaba su respectiva tarea del día mientras que el Capitán de la embarcación se encontraba de pie a la orilla del barco. La mirada fija en el horizonte, pensativo. Su cabello largo sujetado en una coleta le descansaba por sobre sus hombros, la banda en su cabeza le retiraba el flequillo de su vista para que no estorbara, al menos no lo suficiente pues aún lograba sentir unos mechones rebeldes colarse en su visión.

Habían sido días en busca de un puerto o tierra firme, cualquiera de estas dos, dónde pudiesen lograr abastecerse de comida y municiones para un largo viaje puesto que las suyas estaban por acabarse pronto y necesitaban tener muchas energías si estarían varados entre el mar sin nada más. Era agotador tanto para su marineros como para él mismo. Más aún si no lograban obtenerlas al llegar.

Tenía el conocimiento de la fama que conllevaba su nombre, una no muy buena para su infortunio, pues reconocía que la mayoría, por no decir todas, las personas se basaban en su físico para regodearse que era insignificante alado de cualquiera. Si bien era sabido, su complexión no era lo que uno podría llamar varonil o lo suficientemente masculino físicamente hablando, en palabras de otros. Pero para él era más que suficiente, su cuerpo no podría definir lo fuerte o atrevido que podía llegar a ser. Tomaba un poco de ventaja ante eso.

Cuando se atrevían a desafiarlo con espada en mano, los desarmaba sin rechistar y disfrutaba de la impresión que les causaba. La vergüenza de que alguien más pequeño y débil que ellos lograra derrotarlos sin esfuerzo, esos patéticos lo tenían hasta la coronilla. Había peleado por obtener lo que ahora era suyo por derecho, su embarcación y tripulación le pertenecían. Nadie podía negarle absolutamente nada, él era el Capitán Byun BaekHyun y no descansaría hasta tener en sus manos todo aquello que deseara.

Dirigió su vista al cielo rebosante sobre él, el clima parecía estable. No tendrían una tormenta en un tiempo y eso facilitaba su viaje. Recargó ambas manos sobre la orilla. Tenía unos mapas que revisar y tachar, quedaba mucho por descubrir todavía y se estaba quedando sin papel para juntarlo, su mapa crecía conforme pasaba el tiempo. Era fiel creyente de que encontraría algo nuevo cada día y le encantaba asombrarse con las maravillas que el mundo poseía. Experiencias tanto buenas como malas.

Con la vista revisó su alrededor en un rápido movimiento, el barco estaba en buenas condiciones. Tenía diversos tripulantes revisando desde las Cofas del barco. Las velas estaban izadas al completo, mientras que alguien manejaba el timón en su lugar, con dirección al este.  Echó un vistazo hacia la proa, y verificó que todo estuviese en su lugar. Ancla y Cañones en su sitio.

Satisfecho con esto, tomó rumbo a su camarote donde iniciaría con sus tareas. Con una inclinación de cabeza hacia su fiel compañero y ayudante le indicó que se mantuviese alerta ante cualquier cosa. Recibió una respuesta positiva de su parte.

Al entrar cerró la puerta tras de sí, su escritorio lo recibió en su máximo esplendor. Con papeles por doquier. Caminó hasta el y tomó asiento en su gran silla, desatándose el cinturón que llevaba su espada para colocarla a un lado. Se desabrochó los primeros botones de la camisa dejando expuesto una parte de su pecho y procedió a comenzar.

Pirate King {ChanBaek} TSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora