Día 23: Revolución

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°•°Sin vida°•°

Yoo Kihyun era el único hijo del Rey y por ende príncipe del Reino sin sonido. Sí, porque el Rey de aquel país no toleraba la música y la había prohibido en todo el territorio.

Kihyun era poseedor de una de las voces más hermosa del reino y su mano derecha Changkyun, era parte de un club clandestino donde se dedicaban a enseñar las prohibidas artes musicales a aquellos que no estaban de acuerdo con la doctrina del rey.

El reino tenía una arquitectura maravillosa, paisajes de ensueño y abundancia. Sin embargo todo era gris, los habitantes del reino eran infelices, nadie sonreía demasiado y el silencio era parte de la cotidianidad que hacía sentir al reino aún más monótono, vacío y sin vida.

Pero el reino no había sido así siempre, antes todo había estado teñido de colores; la gente en las calles tría una sonrisa de oreja a oreja cada día, los niños inundaban de risas y energía los parques de juegos y los ancianos vivían hasta más allá de los 75 años. Familias completas compartían y enseñaban al aire libre a sus descendientes a tocar algún instrumento, cantar o los entrenaban en danza. De hecho, cada verano se llevaba a cabo una competencia donde participaban músicos, cantantes y bailarines.

Sí, porque luego de todo los nuevos mandatos, los bailarines ya no tenían inspiración que guiara sus pasos.

Para el último festival Kihyun sólo era un niño. El hermano del Rey, el príncipe Hoseok, participó en la competencia de danza. Era un hombre muy querido por el reino porque era alguien humilde, carismático y poseedor de un gran talento artístico. Esa noche fue el ganador de la competencia, pero justo antes de recibir el reconocimiento, una espalda atravesó su pecho.

La espada de un mal perdedor de la competencia.

El reino entero lloró su perdida mientras que el Rey Hyunwoo era incapaz de oír cualquier melodía tras la partida de su hermano menor. Porque cualquier canción que fuera le recordaba a Hoseok, aquel que repartía alegría por donde pisara practicando sus pasos de baile, cantando y riendo alrededor del reino.

Entonces, una semana después de aquella desgracia Hyunwoo se vio incapaz de soportarlo y así la música vio su fin.

Desde ese día ya no hubo más niños jugando en los parques o familias compartiendo o enseñando música, incluso la esperanza de vida fue decayendo y ya casi no habían personas mayores de 55 años.

Faltaban sabios, pero a cambio un par de jóvenes se habían convertido en ellos e iban a llevar a cabo la revolución para traer de vuelta la vida al pueblo.

-Bueno, así será.-Kihyun carraspeó aclarado la voz antes de finalizar la explicación del plan para la revolución contra su padre. Tenían todo bajo control.-Entonces, una vez mi guardia de la señal desde el balcón del palacio, todos sacarán sus instrumentos, elevarán sus voces y cantaran esa canción.

Changkyun no sólo era el guardia personal del Príncipe Kihyun, sino que también era el hijo del jefe de los guardianes reales, así que el tenía la ventaja de ayudar a que estos bajaran la guardia, hablando con su padre.

-Ahora el resto está en sus manos.-Agregó Changkyun. -No olviden en esparcir el mensaje entre sus familiares, aquellos que ustedes estén totalmente seguros que serán lo suficientemente valientes para seguir este plan y no delatarnos antes de tiempo.

-Recuerden que estamos haciendo esto por todos nosotros; por nuestros padres, por sus hijos, hermanos y abuelos.-Recalcó Kihyun. -Les aseguro que si ustedes no nos defraudan, nosotros tampoco lo haremos.

-Estén atentos en un par de horas en las puertas de sus casas para cuando de la señal, ahora pueden retirarse.-Finalizó Changkyun con la última reunión clandestina.

31 días junto a mi OTP 《ChangKi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora