Epílogo༉‧₊

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Tres meses...

Tres meses desde que Jimin había vuelto a ser un adulto, desde que su rara y loca vida de infante había vuelto a la normalidad.

Ninguno de los seis amigos iba a mentir, extrañaban un poco cuidar del pequeño bebé que hacía travesuras inocentes y berrinches adorables cuando no tenía lo que quería. Pero a pesar de todo, estaban felices de tener a su amigo allí.

Jimin seguía siendo el mismo bebé, solo que ahora era un poco más grande.

Los primeros días nadie se quería separar del rubio, tenían la necesidad de estar pegados a él como si no lo hubieran visto en años. Y Jimin, bueno, él amaba ese tipo de atención. No se quejaba...

Actualmente, las cosas eran más tranquilas. Jimin volvía de la casa de sus padres, pues finalmente tuvo que cuidar el negocio. Los padres del chico no tenían con quien dejarlo por lo que decidieron posponer el viaje hasta que su hijo esté disponible. Jimin al enterarse de eso se sintió mal, así que no dudó en absoluto cuando sus padres le preguntaron por segunda vez si podía cuidar de su pequeño negocio familiar.

Dos meses de trabajo serían recompensados una vez llegue a su lindo apartamento. Jungkook esperaba a su bello novio, con una cena hecha por él.

Por lo que una vez frente a su casa, Jimin pudo suspirar feliz, su chico lo esperaba dentro y no podía esperar más por rodearlo con sus brazos. Acercándose a la puerta con la llave en mano, logró abrirla, encontrándose con su sala totalmente a oscuras.

—¿Kookie? — Preguntó extrañado.

Nadie respondió, por lo que prendió las luces. La sala estaba igual a cuando se fue. Pero Jungkook no estaba cerca.

El rubio tomó su maleta y la acomodó en la entrada, luego se ocuparía de ella. Caminó hasta la pequeña cocina, donde sobre la mesa había una pequeña nota. La tomó y la leyó.

"Te espero en nuestro lugar, amor.

Att: Quien te ama con todo su corazón, Jeon Jungkook."

Jimin sonrió. Sabia perfectamente donde estaba.

Su lugar, era nada más ni nada menos que el patio trasero de la casa de los padres del menor.

¿Por que?

Porque allí tuvieron su primer beso, tal vez para muchos no era importante, o ers algo estupido. Pero tanto para Jimin como para Kook, ese pequeño jardín tenía un gran significado. Allí se habían jurado estar siempre para el otro, apoyándose y amandose mutuamente, sin importar nada más.

El chico guardó la nota y tomo sus llaves, prácticamente corrió a la casa de sus suegros, ya que quedaba a solo unas pocas calles.

Al llegar sonrió y tocó la puerta, siendo abierta minutos después por la madre de su novio.

— Hola Jimin.— Saludó amable la mujer. — Él te espera allí.

— Muchas gracias Hye...— Contestó con una sonrisa para luego apresurarse a ver a su chico.

Una vez fuera, pudo ver a su novio vestido bastante formal con un ramo de flores en mano.
Una mesa con velas, platos  y cubiertos estaba detrás de él.

Jimin se acercó lentamente, viendo como Jeon sonreía enamorado al verlo. Una vez frente a frente, ninguno habló, simplemente se fundieron en un beso lleno de amor y pasión, demostrando cada uno de sus sentimientos más profundos.

Jimin abrazaba el cuello del contrario con sus brazos, mientras que Jungkook sostenía la cintura de este con su mano desocupada. Al separarse ambos se sonrieron, Jimin sostuvo delicadamente el ramo de rosas que su novio le ofrecía. No podían ser más felices.

¡That baby is my boyfriend! | Kookmin AU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora